Crisálida del gusano de seda - Dr. P. M. Gibert

La pupa o crisálida es el gusano de seda que ha sufrido un cambio después de que la larva haya formado el capullo. Una vez sacada la crisálida, se seca y es utilizada en nutrición animal, en casos graves de desnutrición humana y en la producción de aceites especiales.

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La producción de gusano de seda es una buena alternativa de trabajo, que puede ser realizada por pequeños productores, debido al poco capital inicial que se necesita y la colocación inmediata en el mercado, pues existe una demanda insatisfecha de más del 60 %, tal como lo demuestra la producción de hilo que tiene seda en nuestro país. Una vez obtenida la seda del capullo, dentro de este queda la pupa, de la cual, procesada y secada, se obtiene un material animal de alto contenido proteico. La crisálida contiene un promedio de 26 % de grasa, 50 % de proteína, 7,2 % de agua, 4,60 % de glucosa, 3,7 % de quitina, 2,2 % de cenizas, entre otros.

El verdadero valor nutricional de la pupa está en la cantidad de proteína y su alto valor biológico, debido a que contiene casi todos los aminoácidos esenciales y, además, en cantidades que, muchas veces, supera a las que contiene la mejor soja.

La pupa tiene tres partes: la cabeza, el tórax y el abdomen del cual se pueden observar nueve segmentos externos. Los primeros pueden verse solamente por el lado dorsal o superior, y los de abajo o ventrales están tapados por las alas. Cuando la crisálida está viva, es algo más del 80 % del peso del capullo fresco y algo más de la mitad cuando se seca. Haciendo algunas comparaciones nutricionales, podemos decir que la mejor harina de carne, aquella de la cual se puede obtener hasta 60 % de proteína, nos da 3,55 % de lisina total, pero de la crisálida se pueden obtener 5,32 % del mismo aminoácido. Otro aspecto a destacar en la comparación con el producto cárnico es la metionina; el primero contiene 0,87 % de metionina total, y la pupa, 3,20 %.

Estos dos valores nos permiten efectuar algunas comparaciones nutricionales y económicas sobre la harina de crisálida. Su alto contenido en proteína y la cantidad disponible de estos aminoácidos esenciales hacen posible su utilización en la alimentación de peces, aves y cerdos, sobre todo en las nuevas líneas, que necesitan un alto contenido de lisina y metionina en casi todo el proceso de crianza, pero más en la fase inicial. En todos los casos debemos recurrir a la importación de estos aminoácidos sintéticos para poder satisfacer los requerimientos de los animales. Esto significa una salida de divisas, teniendo la posibilidad de usar un producto nacional de alta calidad y disponible todo el año. De los 18 aminoácidos integrantes de la harina de crisálida, podemos mencionar algunos que se consideran al suplementar, como la treonina (4,61 %) y la arginina (7 %), que superan ampliamente a la cantidad que puede aportar la harina de carne con 60 % de proteína o el expeler de soja con 46 % de proteína.

La harina de pupa o crisálida obtenida como subproducto en la producción de seda natural es una alternativa nutricional que debe ser tenida en cuenta por las plantas productoras de alimentos balanceados, sobre todo aquellos que se dedican a la fabricación de alimentos para peces, aves o cerdos. También se obtiene el aceite de crisálida, que es un producto de uso tópico de aplicación sobre la piel para regenerarla, y aumentar su suavidad y tersura.

“La educación es la base del desarrollo de las comunidades” (p.m.g.)

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