En el estómago de los rumiantes, las enzimas bacterianas atacan las celulosas, carbohidratos y proteínas. Además de sus importantes funciones motoras, estos compartimientos, especialmente el voluminoso rumen, sirven como lugares de extensas actividades químicas y microbiológicas.
Los ácidos grasos volátiles encontrados en el rumen son los productos finales del ataque microbiano a los carbohidratos alimenticios y, cuando se absorben, constituyen una importante contribución a la nutrición del ganado vacuno en particular.
GASES O AVENTADO RUMINAL
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A diferencia de otros animales rumiantes y monogástricos, las fermentaciones que se verifican en el rumen del ganado vacuno, de naturaleza anaeróbica, dan lugar a una considerable producción de gases. El gas distiende la panza y esta ejerce presión sobre el diafragma; el animal, eventualmente, muere de asfixia o por shock. La fermentación que se produce en el interior del rumen origina burbujas de gas. Este incluye: dióxido de carbono (CO2) y metano (CH4), principalmente, en cantidades sorprendentemente grandes. Un vacuno puede producir 800 l de CO2 y 500 l de CH4 en 24 h.
Algo de este gas, quizá la cuarta parte, escapa vía corriente sanguínea a los pulmones y es espirado, pero aún queda una gran cantidad, que solo puede ser expulsada mediante eructos. Si algo lo hace imposible, el gas ejerce presión sobre el diafragma, corazón y pulmones, de manera que el animal apenas es capaz de respirar y se agota considerablemente.
La composición de los gases del rumen es poco influenciada por la clase de ración ingerida, pero se eleva bruscamente con el tiempo transcurrido después de la última ingestión, para ir descendiendo gradualmente. La cantidad de alimentos ingeridos y gases formados está en relación directa.
TIMPANISMO
El timpanismo, aventado o superdistención del rumen, sin duda, es un problema individual en los corrales de engorde en el ganado vacuno y su incidencia aumenta con el incremento de grano en las raciones.
La susceptibilidad de cada animal con respecto al meteorismo varía ampliamente. Algunos de los factores que condicionan esta susceptibilidad parecen ser hereditarios, pero su naturaleza exacta no ha sido definida. Otros factores que interfieren con la capacidad del animal para eructar son la obstrucción física del esófago, parálisis de la pared muscular del rumen y espuma del contenido ruminal. La acidosis metabólica es una afección aguda de los rumiantes sometidos a engorde a corral y se caracteriza por indigestión, estasis del rumen, deshidratación, acidosis, toxemia, incoordinación, colapso y, frecuentemente, muerte del animal. Esta afección está causada por la ingestión excesiva de alimentos ricos en almidón o azúcar, como los granos de cereales, maíz, y la ración de gran contenido energético que favorecen la proliferación de bacterias positivas en el rumen, produciendo un exceso de ácido láctico D y L.
Se considera que la falla en el reflejo salival secretor por estimulación mecánica del cardias del estómago está ocasionada por la falta de forraje o materia seca en la ración.
DIGESTIBILIDAD
La digestibilidad del alimento ingerido varía con relación a su naturaleza e individualidad del animal. En los herbívoros rumiantes (ganado vacuno) es comparativamente baja a causa de la gran cantidad de fibra bruta presente en el alimento. La propia fibra bruta es solo parcialmente digestible, incluso en el ganado vacuno. La falta de la digestión completa de la celulosa provoca, por tanto, un fallo de la digestión completa de ciertas sustancias intrínsecamente digestibles y resultan unas heces copiosas. La digestibilidad de un forraje señala la proporción aprovechable de las sustancias nutritivas que contiene, es decir, proteínas, hidratos de carbono, grasa y fibras.
CONTENIDO ACUOSO DE LAS HECES
El contenido acuoso de las heces en el ganado vacuno es de 83 %. La explicación probable reside en el hecho de que la porción terminal del colon está muy desarrollada. Las heces contienen grandes cantidades de residuos alimenticios y relativamente pequeñas cantidades de productos de excreción.
La gran cantidad de residuos alimenticios en las heces se explica por el alto contenido en fibra bruta de los mismos.
El ganado vacuno (novillo), cuando es sometido a raciones de engorde en confinamiento, elimina entre 40 y 45 kg diariamente. Los vacunos defecan, usualmente, con mayor frecuencia que los equinos; es decir, de 10 a 24 veces más diariamente.
Las observaciones indican que, en la época de calor, el ganado vacuno se alimenta en las primeras horas de la mañana y últimas horas de la tarde, mientras que en periodos más frescos tienden a alimentarse más hacia el mediodía.
El ganado vacuno toma, aproximadamente, las 3/5 partes de su alimento durante el día y las 2/5 partes restantes en horas de la noche; de ahí la gran importancia de la adaptabilidad, rusticidad y habilidad de crecimiento del animal destinado al engorde en confinamiento en el trópico y subtrópico.
PALATABILIDAD
Los datos con respaldo científico-práctico sobre la palatabilidad de las raciones durante las épocas cálidas en el trópico y subtrópico son muy dispares debido al gran número de factores que influyen sobre la misma. Parece ser que las características físicas del alimento deben ser extremadamente precisas, en especial en los climas cálidos (húmedos y secos), pues desempeñan un papel muy importante después de que el alimento es recibido por el estómago, en el que se somete a diversos factores que colectivamente constituyen la digestión gástrica e intestinal respectivamente.
Es importante, en la elaboración de los fardos de heno, reunir en las pasturas la máxima palatabilidad con gran densidad, reduciendo al mínimo las perdidas por disminución de la misma. Hay que buscar un equilibrio entre el desarrollo que condicione el rendimiento, valor nutritivo, palatabilidad y digestibilidad de la pastura destinada a la elaboración de heno.
ALIMENTOS
Corresponden a mezclas de principios alimenticios. Para cubrir las necesidades nutritivas de un animal, la alimentación es correcta cuando sigue las siguientes leyes:
Ley de la cantidad: la alimentación debe ser suficiente en cantidad, siendo el principal parámetro la cantidad de calorías que aporta.
Ley de la calidad: la alimentación debe ser variada, que ofrezca todas las sustancias esenciales.
Ley de la armonía: la alimentación debe proveer los nutrientes en una proporción correcta; es decir, glúcidos, lípidos, proteínas y aminoácidos (la mayor parte no son esenciales para los rumiantes, pues tienen una población sustancial de microorganismos intestinales), macro y microminerales (el cobalto es fundamental en los rumiantes para la síntesis de cobalamina, por los microorganismos del rumen), las vitaminas hidrosolubles no son esenciales en los rumiantes, vitaminas liposolubles A, D y E, y agua abundante, fresca y limpia.
Ley de la adecuidad: la alimentación debe ser adecuada para cada condición fisiológica en particular.
Es excepcional el alimento natural que contiene todos los principios alimenticios en la cantidad justa y la calidad adecuada. De aquí que para el animal es necesario, usualmente, tomar una variedad de alimentos para conservarse sano.
(*) Especialista en producción animal.
