El pasto nilo provee una extensa y exuberante masa verde durante todo el año, además, es muy útil como forraje para el ganado bovino. Su único inconveniente es que no produce semillas botánicas, por lo que su multiplicación se realiza únicamente mediante mudas con raíces.
En el campo en el que se implantó había pastura natural, predominantemente el Andropogon lateralis, conocido comúnmente como pasto capi´i. Con la introducción del pasto nilo, se mejoró el banco forrajero destinado a la alimentación de vacunos. Hoy en día, gracias a esta experiencia, fue posible expandir la especie por casi todo el Paraguay. Es muy recomendable para zonas húmedas.
IMPLANTACIÓN
Para llevar adelante este trabajo, se hace una preparación de suelo convencional, con arada, rastrada y surcada. Luego, se van instalando las mudas. La recomendación es empezar con un pequeño semillero. La implantación se hace, generalmente, después de una buena lluvia y se recomienda el verano o a la salida del invierno para evitar que alguna helada fuerte afecte a los brotes tiernos. Después de tres o cuatro meses, el pasto ya logra una cobertura total.
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Durante el periodo de desarrollo, el productor deberá realizar dos carpidas para que crezca sin inconvenientes, entre primavera y verano.
Actualmente, en el establecimiento del señor Ramón Morínigo, en el departamento de Ñeembucú, se cuenta con las mudas para aquellos productores que decidan optar por la especie.
ASOCIACIÓN CON OTRAS ESPECIES
De acuerdo a las investigaciones de científicos y especialistas, existen leguminosas forrajeras y de pisoteo con las que se puede asociar muy bien el pasto nilo. Su crecimiento es similar al de la Brachiaria dictyoneura y la Brachiaria humidícola, por lo que es posible crear una base de proteínas con la mora, la leucaena y otras. Es posible, además, la rotación de pasturas con ganado encima. El nilo tiene la cualidad de soportar hasta cinco cabezas por hectárea.
CONSERVACIÓN
La conservación de la especie, que se reproduce en forma densa, puede hacerse como heno, debido a que, para los procesos de ensilaje, se recomienda más el sorgo forrajero, el pasto camerún, la caña dulce, el maralfalfa y otros.
El nilo es una especie perenne, es decir, que su implantación se hace una sola vez. La inversión para su instalación puede resultar grande al inicio, pero presenta muy buenos rendimientos como alimento del ganado.
Su ventaja, al ser un pasto de pisoteo, es que permite un reciclaje constante de nutrientes, ya que los vacunos orinan y defecan sobre las mismas, logrando una buena fertilización, para la recuperación de los elementos fundamentales del suelo.
GANANCIA DE PESO EN EL GANADO
Más que la introducción de una especie forrajera al campo, los beneficios se notan en la ganancia de peso al final del ciclo productivo del ganado, lo cual llega a buenos mercados. A su vez, el pasto requiere de un manejo específico para mantenerlo bien verde, con presencia de nitrógeno y proteínas que beneficiarán la producción cárnica.
De acuerdo a la experiencia del productor, que utiliza la especie desde hace 16 años, con la asociación de las especies humidícola, brizantha y nilo (pasturas artificiales) se logra ganancia de peso en los animales en menor tiempo que las pasturas naturales. Aunque también el punto principal es la sanitación adecuada, para que el ganado entre con ganas y se alimente del forraje. Según los cálculos, la ganancia de peso es de700 a800 g por día, y la carne que se obtiene es blanda, natural y con mucha ricura.
(*) Especialista en producción agropecuaria
