Preparación del suelo en horticultura - Ing. Agr. Heriberto Huerta (*)

En la ciudad de Eusebio Ayala, en la compañía Kurupayty, existe una finca demostrativa, abierta a visitantes e interesados en producir hortalizas, a fin de que conozcan el manejo y desarrollo de las fincas productivas. Es posible aprender sobre preparación de suelo, uso correcto de mallas media sombra, manejo de mulching, tutorado de hortalizas, aplicación de sistemas de riego, entre otros. De esta manera, podrán replicar las experiencias en sus propios establecimientos, teniendo en cuenta las buenas prácticas agrícolas.

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El productor hortícola, una vez que defina el lugar donde instalará su cultivo, deberá primeramente realizar un análisis del suelo, con el objetivo de conocer sus condiciones físicas, químicas y biológicas. Luego, con los resultados a disposición, ya puede preparar el terreno.

El horticultor debe realizar una buena labranza, a fin de que las especies de hortalizas puedan lograr un buen desarrollo radicular. En el caso de la finca demostrativa, el suelo, por ser arenoso, resulta práctico para que las raíces puedan extenderse con facilidad. En caso de suelos arcillosos (rojizos), estos necesitarán mayor profundidad de labranza.

MANEJOS INICIALES

Antes de la remoción del suelo es fundamental aplicar cal agrícola en un 50 %, toda vez que la vegetación no esté muy alta; de ser así, hay que remover las malezas primero. En este estadio, la cobertura con cal agrícola llega a los 700 u800 kg, aproximadamente, por hectárea. Luego, lo recomendable es que el productor empiece por la rastreada y una pasada de azada rotativa con ayuda de un motocultor. Su función es romper los terrones que deja la rastra y dar las condiciones al suelo para la preparación de tablones y el trasplante. Posterior a esto, se coloca el 50 % restante de cal agrícola o el porcentaje determinado por el análisis de suelo.

El análisis de suelo es prioritario en cualquier manejo de suelo. Sin embargo, si el productor atraviesa por dificultades para llevar las muestras a laboratorio, existe un estándar de aplicación de cal agrícola:1500 kgpor ha, que es el promedio nacional.

FERTILIZACIÓN ORGÁNICA

Tras el encalado y laboreo inicial, es momento para la aplicación de abono orgánico, que puede ser gallinaza, pollinaza o estiércol de vaca. La dosificación de cada uno también se establece conforme al tipo de suelo donde se trabaja. En suelos arenosos, la recomendación se vuelca hacia la gallinaza, debido a que posee mejor calidad para los cultivos extractivos, como, por ejemplo, tomate y locote.

En los suelos arcillosos es preferible utilizar pollinaza, que contiene un poco de cascarilla de arroz para airear el suelo y evitar que se compacte con rapidez. Es fundamental la aplicación de cal agrícola60 a90 días antes de la siembra, mientras que el estiércol animal se esparce entre30 a45 días antes, para que los microorganismos actúen eficientemente.

BASE PARA UN CULTIVO EXITOSO

Una buena preparación de base, que permitirá un óptimo colchón para el trasplante, considera el encalado, el uso de materia orgánica y la aplicación de un fertilizante químico, rico en fósforo, con bajos porcentajes de nitrógeno y potasio. Algunas formulaciones recomendables son la 4-14-8 y la 8-20-10, disponibles en el mercado.

RIEGO

Con la aplicación de cal agrícola, siempre es necesario un riego copioso a fin de que la corrección del suelo sea relativamente rápida. El agua permite que se “mueva” el calcio en el terreno. Por ejemplo, si el uso de cal corrige habitualmente a 90 días, con la irrigación se anticipará el tiempo de corrección para controlar los niveles de pH requeridos.

(*) Especialista en horticultura

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