Los caminos que conectan a esta ciudad con las compañías de Correa Rugua, Barbero, Potrero Naranjo y Puerto Yvapovõ están en pésimas condiciones. Similar panorama se presenta en el trayecto que conduce al distrito de Tacuatí, dejando semiaislada a la población de la zona.
La presencia de los operarios del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) en la región es casi nula. Por otro lado, los intendentes comunales se excusan en la insuficiencia presupuestaria a la hora de los reclamos por la falta de arreglo de la red vial.
La ciudadanía se siente impotente ante la desidia de las autoridades nacionales y comunales ante los problemas viales.
Al calamitoso estado de los caminos se suma la crecida del río Aguaraymi, en el límite entre San Pedro de Ycuamandyyú y Nueva Germanía. El fenómeno produjo la inundación de casas y la imposibilidad de trabajar a numerosos oleros.
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Las constantes lluvias generaron una situación similar en la zona de Arroyo Atã del distrito germanino. También la crecida del río Jejuí, que riega los distritos de Lima, General Resquín, Choré, San Pablo y San Pedro de Ycuamandyyú genera preocupación a los pobladores ribereños, que viven de la pesca.
El repunte del caudal del río Paraguay tiene en alerta a los habitantes del distrito de Puerto Antequera. Ante la crítica situación, las autoridades y la población ribereña analizan la posibilidad de solicitar apoyo del Gobierno ante un eventual desborde del curso hídrico.
Por otro lado, hasta el momento la lluvia tiene efectos positivos en los cultivos, según productores.
