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“Sin embargo, consideramos que antes de realizar ninguna modificación a las normas vigentes, primero tenemos que entender realmente las normas que hoy tenemos”, sostiene.
“Muchas veces la ley dice algo y ponemos palabras, ideas o voluntades particulares en boca o palabra de la ley. Por eso buscamos ir directamente a la fuente, para analizar y conocer esas disposiciones y la finalidad de esa norma”, agrega.
Para APEA, primero hay que hacer el análisis de todas esas normas con dos premisas que consideran fundamentales para el comercio internacional y la función de la Aduana: La facilitación del comercio y las atribuciones legales de la Aduana por la potestad que la misma ley le confiere y que hace al ejercicio de la soberanía nacional.
“Bajo esas dos premisas es que vemos que hay muchas normativas buenas con fines nobles que no utilizamos en toda su extensión. Eso partiendo del escaso conocimiento que tenemos de ellas y la poca compresión que tenemos de ellas hace que muchas de las situaciones que día a día se generan en el comercio internacional, en lugar de resolverse, con un simple paso, tengamos que someter la situación a toda la cadena burocrática estatal. Podemos evitar muchas de esas situaciones si conociésemos y aplicáramos de forma correcta las disposiciones. Tal vez existen algunas que requieran actualización, por el dinamismo que tiene el comercio internacional y muchas veces necesitamos adecuarnos a los cambios que se dan día a día”, describe.
Potenciar el trabajo
Verdún refiere que hay cuestiones que hay que ir actualizando, porque el comercio históricamente siempre va por delante de la legislación. “Entonces, la legislación tiene que ser un poco abierta a los cambios que pueden darse mañana, a los cambios que no pueden ser previstos. La ley inmediatamente tiene que ir ajustándose para poder regular esas situaciones”, refiere.
“La idea de la proposición de mejora en la legislación y su correcta aplicación va enfocada a que las normas no sean un obstáculo o limitación al comercio, sino que sean una herramienta de facilitación del comercio internacional. Tener en cuenta el impacto que tiene cada una de esas normas en la realidad económica del país es ir formalizando la economía del país, ir formalizando a los agentes operadores del comercio internacional mediante un sistema amigable, no un sistema pesado que lo único que haga es hacerle huir a la persona que está queriendo actuar o ejercer el comercio de forma lícita en nuestro país”, aconseja.
Para Verdún, la mejora de la legislación como su correcta aplicación tiene que involucrar a todos los actores: despachante, portadores, gente de transporte, de carga e instituciones, como la Dirección Nacional de Aduanas, instituciones públicas y privadas que intervienen en las operativas del comercio, la Cámara de comercio, ministerios, entes reguladores, Subsecretaría de Tributación y municipalidades. “Porque todos esos controles que ejercen son necesarios para garantizar la seguridad nacional, alimenticia, sanitaria, animal, vegetal, la protección del medio ambiente y en algunos casos, la protección de la industria nacional. Todo esto debe hacerse de forma coordinada y conjunta, no de forma aislada en la que cada institución pretenda hacer prevalecer sus funciones respecto de las demás. Tiene que ser una mejora que involucra a todos los actores partiendo de que las mejoras sean de forma de consenso, que tengan la visión o la perspectiva de todos los actores y todas las instituciones que procuramos trabajar en el marco de la ley y no tenemos otro interés que el beneficio del país”, sostiene.
APEA estudió el anteproyecto de ley presentado por la Dirección Nacional de Aduanas de reestructuración del Código Aduanero Paraguayo. “El cual hemos analizado y estudiado de forma minuciosa sus 250 artículos a los que hemos hecho nuestras sugerencias y observaciones y la hemos presentado a las autoridades nacionales. También socializamos con unos gremios. Volcamos toda nuestra experiencia diaria buscando la facilitación del comercio, teniendo a vista los intereses de los operadores del comercio, importadores y exportadores, en cuyo nombre realizamos las gestiones ante la Dirección Nacional de Aduanas, pero sin perder de vista nuestra función de auxiliar del servicio público aduanero, con una mirada objetiva que beneficie al país y que sea equilibrado a los intereses de todos”, resalta.
Consideramos que es necesario comprender que la única forma de avanzar es si avanzamos todos juntos, pero tenemos que poner al país por sobre todo, buscando que realmente impere el estado de derecho haciendo de que las normas sean aplicadas de forma igual para todos y que todas las actuaciones estén fundadas en las normativas que estén vigentes en ese momento.