VILLETA (Higinio R. Ruiz Díaz, corresponsal). El párroco local, presbítero Ednaldo Almeida Da Silva, dijo que en la ciudad se mantienen ciertas tradiciones, como acudir a misa en familia y el respeto a las fechas religiosas, pero que también hay que levantar la mirada hacia la violencia que se vive en la zona.
“No podemos ignorar la ola de violencia y delincuencia que van en constante aumento. Es imperiosa la necesidad de redoblar las tareas para poder recuperar la tranquilidad en la sociedad, esta ciudad es muy tradicional y religiosa”, expresó.
Dijo que una de las finalidades de los festejos patronales es justamente reunir a las familias, las instituciones y las autoridades para reflexionar sobre la realidad y a la luz del evangelio buscar todos juntos la solución.
Agregó que es tiempo de reflexión sobre la realidad y de renovar la fe en Dios, pues solo así se podrá vivir el amor que Jesús enseñó.
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Instó a practicar el perdón y la solidaridad y no dejarse llevar por la ira, el odio, los rencores, la envidia y el egoísmo, que son antivalores que contribuyen para las divisiones y enfrentamientos.
El hermano Rodrigo Antúnez, quien trabaja con los jóvenes, manifestó su preocupación por la falta de diálogo entre padres e hijos e instó a recuperar ese nexo de unidad en los hogares.
“En nuestra ciudad está creciendo la violencia y esto nos obliga a analizar las causas, y una de ellas es la falta de diálogo de padres e hijos. Esto genera una ruptura que lleva a los jóvenes a las calles”, expresó el hermano miembro de la congregación estigmatina.
Instó a las autoridades a ofrecer mayor espacio a este segmento mayoritario de la sociedad. “Mayor espacio de recreación y fuentes de trabajo, en especial cursos de capacitación. Debido a la falta de mano de obra calificada, las empresas importan los trabajadores y eso debemos corregir”, finalizó Antúnez.
