La catedral: historia, análisis y cómo escucharla

En el aniversario del nacimiento del creador de La catedral, Agustín Barrios, Mangoré, Luz María Bobadilla nos acerca las circunstancias que rodean al origen de esta obra, considerada la más importante y de hecho la más difundida, así como el análisis musical que confirma la inclusión del Preludio, compuesto muchos años después, como parte inseparable de la obra.

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Por el año 1921, Barrios vivía en Uruguay, en un hotel situado en Sarandí y Alzáibar, cercano a la Catedral Metropolitana de Montevideo, desde donde se podía escuchar el repicar de las campanas. En ese humilde cuarto del hotel, esas sencillas notas fueron motivo de inspiración para la obra que luego de muchos años sería parte importante del repertorio guitarrístico, pues se conjugan en ella musicalidad y virtuosismo, elementos que ponen al descubierto la formación musical del intérprete, motivo por el cual es constantemente incluida en los programas de concursos y de conciertos.

La catedral fue escrita inicialmente con dos movimientos: Andante religioso y Allegro solemne. Las fuentes documentales de esta obra se encuentran en los manuscritos de la colección Borda y Pagola (1921), amigo personal de Barrios en Uruguay; Di Giorgio (empresa editora del Brasil); manuscritos procedentes de Costa Rica (1939) y El Salvador (sin fecha); la grabación de Odeón Nº 2960, realizada por Barrios en Buenos Aires, el 1 de agosto de 1928; y el manuscrito del Preludio procedente de La Habana, Cuba (1938).

Análisis de la obra Preludio

El Preludio en si menor, subtitulado Saudade, fue compuesto separadamente de los demás movimientos en La Habana, Cuba, en el año 1938. Barrios adhirió este preludio como un prefacio a los otros dos compuestos anteriormente, a partir del año 1939, como lo testimonian programas de la época, de Cuba y El Salvador; de allí la forma de interpretarla con los tres movimientos es la más difundida actualmente.

Algunos guitarristas no consideran al Preludio parte de la misma; sin embargo, no hay que olvidar que el mismo Barrios la interpretaba como un todo desde su creación; él nunca reutilizaba un mismo motivo rítmico o melódico, además del análisis siguiente. En la primera mitad del siglo XX, estaba muy en boga en Europa el estereotipo de "música erudita de importancia" por lo general de 3 x movimientos, por lo que resulta claro que Barrios quisiera "completar" su obra maestra, convirtiéndola en una de 3 movimientos.

Una prueba clara de que el Preludio compuesto en El Salvador no es una obra aislada es que en toda la melodía (foto) se toma como motivo rítmico el bajo de la segunda sección y la coda del tercer movimiento, dando una completa unidad estructural que "da capo a fine" rememoran al oyente esas primeras campanadas que inspiraron la obra.

En el manuscrito de El Salvador se lee, al principio del Preludio, "Ben marcato il canto", esto revela sin lugar a dudas su deseo de destacar la melodía sobre las voces medias y el bajo. A lo largo del manuscrito, no hay ninguna indicación de dinámicos, excepto el triple piano que existe sobre el último acorde de si menor. Con respecto a la digitación de la mano izquierda, el manuscrito del Preludio la muestra detalladamente. En contraste, la digitación de la mano derecha no se encuentra indicada, tal vez por la naturalidad de las secuencias de las notas arpegiadas.

El paso paulatino de un acorde a otro, manteniendo la melodía y cambiando solamente las notas medias comprendida en los arpegios, le da un ambiente de mucha quietud al Preludio que de por sí solicita interpretarse lento, con "saudade" como si invitara al recogimiento espiritual al que nos transporta la entrada a una catedral.

Andante religioso

Este movimiento contrasta con el primero y el tercero, los cuales se componen de arpegios. Comienza con un acorde de si menor a la manera de campanas, y en todo este movimiento Barrios nos sugiere estar en el interior de una catedral escuchando a un organista interpretar música de Johann Sebastian Bach.

Como su nombre lo indica, el tempo nos introduce lentamente, como si camináramos con pasos ceremoniosos hasta el altar mayor. Si bien existen diferencias entre las versiones de las diferentes fuentes documentales, (manuscritos Borda y Pagola, Di Giorgio, Costa Rica, grabación Odeón), es interesante destacar cómo Agustín Barrios recreaba sus propias obras, por lo que es importante conocer detalladamente estas versiones antes de juzgar una interpretación.

Allegro solemne

Compuesta en forma de "rondó", trabaja sobre todo los arpegios, destacando los bajos en la sección A, a modo de campanas. La textura de esta sección es homogénea en el primer tiempo del compás, donde las bordaduras inferior y superior de fa colorean este primer tiempo. En el segundo tiempo, el salto de cuarta de fa-si produce una acentuación relacionada a la secuencia sonora de las notas si - re - si, que son las que componen el acorde. Este modelo se va repitiendo en cada compás, aun cuando la primera semicorchea de cada acorde va subiendo por grado conjunto en cada compás. En el compás 7 y sobre el acorde de do sostenido, se van produciendo saltos de terceras y quintas, hasta que el acorde descendente de fa sostenido vuelve a comenzar el ciclo en el compás 8.

Sección B: el bajo retoma el motivo rítmico del preludio, mientras que el salto de octava entre la segunda y tercera nota del arpegio, destaca con fuerza ese sonido donde ahora se trasladan las campanadas. Esta sección termina en el acorde de fa sostenido, dominante de si menor, que es la tonalidad. La sección C rompe la estructura de arpegios para dar lugar a notas ligadas, que a su vez sirven para hacer gala de virtuosismo.

Posteriormente, la sección A es retomada para dar paso a la coda en el compás 79, destacando las campanadas en los bajos (motivo rítmico de la melodía del Preludio), terminando la obra con el acorde de si menor en diferentes posiciones a través del mango.

El Allegro solemne expresa la alegría del espíritu al haberse encontrado con su Creador. Las tres versiones del Allegro solemne revelan diferencias en el total de compases, así como en otros detalles musicales: Borda y Pagola, y Di Giorgio muestran un total de 107 compases; Odeón, 103 compases, y el manuscrito de Costa Rica revela un total de 112 compases. No sería de extrañar que, por las limitaciones del tiempo de grabación de entonces, Barrios hubiera tenido que "acortar" su composición o interpretarla más rápido, como había ocurrido con otras obras.

El manuscrito más antiguo de La catedral, (colección Borda y Pagola fechado en otoño de 1921) está subtitulado "Díptico Sacro", referido evidentemente a los dos movimientos iniciales que tiene la obra. La catedral ha sido interpretada y grabada por muchos artistas en el mundo, ya que muchas veces es repertorio obligado por su virtuosismo y sus requerimientos de musicalidad en el tratamiento de las voces, por lo que se ha convertido en un "clásico" del repertorio de la guitarra culta.

1. Conclusiones:

• Para la interpretación de La catedral deben respetarse las indicaciones dejadas por Barrios: "Lento" para el primer movimiento, "Andante religioso" para el segundo y "Allegro solemne" para el tercero, por lo que no hay que dejarse llevar por las ganas de demostrar exagerado virtuosismo, al punto de quebrantar las indicaciones dejadas por el mismo Barrios.

• Si bien en la edición de Jesús Benítez la cifra de compás es de 3/8, lo más apropiado es el 6/8 como figura en los manuscritos de Borda y Pagola y Di Giorgio.

• En la interpretación del Preludio se debe cuidar el manejo de las 3 voces y el destaque de la melodía sobre el acompañamiento.

• La obra tiene pequeñas secciones encadenadas, en las cuales siempre va utilizando material nuevo, o elaborando motivos ya utilizados que dan su unidad.

• La obra es de una dificultad interpretativa importante, considerando la dificultad técnica en la combinación de fluidez y articulación.

• Como las demás obras importantes de Barrios, La catedral coincide en complejidad, en el recorrido natural a través de todo el mango de la guitarra abarcando todo su registro y en el profundo conocimiento de la técnica guitarrística.

Para el oyente conocer toda esta historia que refleja la vida itinerante, pero espiritual de su creador; la forma descriptiva en que sus tres movimientos conducen al oyente a un viaje imaginario a una catedral o al interior de uno mismo. El llamado de las campanas (primer movimiento), el paso solemne hacia la adoración a Dios (segundo movimiento) y el regocijo espiritual, la alegría interior (tercer movimiento).

La catedral la obra maestra de un genio que salió de las barriadas para enseñorearse en los grandes escenarios del mundo.

Luz María Bobadilla Ganadora del primer premio "Concurso Centenario de Agustín Barrios" 1985. Jurado del III Concurso Internacional de Guitarra Caxias do Sul, Brasil, 2001. Jurado del VII Concurso Internacional de Guitarra Aranda del Duero, España, 2004. Jurado del Concurso Internacional de Guitarra Ville d'Antony, Francia, 2006. Fuentes históricas: The Complete Works of Agustín Barrios Mangoré, Rico Stover.

Agustín Barrios: Patrimonio de América, César Amaro. Fuentes de Investigación: Archivo Centro Mangoreano de El Salvador, Centroamérica. Archivo Borda y Pagola, Uruguay Archivo Museo de la Música, Cuba.
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