Lo que el Gobierno debe tomar en cuenta para la reactivación

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Al cierre de abril,  la recaudación fue de unos US$ 102 millones,  una caída del   54%, en tanto  Aduanas ingresó  US$ 65 millones,   un  50,5% menos.
Al cierre de abril, la recaudación fue de unos US$ 102 millones, una caída del 54%, en tanto Aduanas ingresó US$ 65 millones, un 50,5% menos.

El Gobierno hará saber en estos días un documento que contendrá las medidas de reactivación económica en razón al proceso pospandémico del covid-19. Desde este espacio sugiero e insisto que en cuanto a la política fiscal y monetaria se refiere, para el primer caso, se deberán tomar los recaudos en los niveles de endeudamiento externo haciendo énfasis en la eliminación del malgasto público y, en cuanto a lo segundo, se podría apelar a la expansión de la base monetaria para evitar una contracción todavía más fuerte de la actividad económica, de modo que la recesión no se vuelva más profunda y dure más, siempre y cuando se siga la regla de Milton Friedman (Premio Nobel de Economía 1976) y Friedrich Hayek (Premio Nobel de Economía 1974 y filósofo de la libertad), para mantener el nivel de precios.

Igualmente, el plan del Gobierno debe tomar en cuenta que la riqueza, la producción y el empleo, por tanto, la reactivación que se pretende es obra de los individuos y las empresas, siendo la función del Estado cumplir con el principio de contraprestación, eficiencia y transparencia en el uso de los recursos, a lo que agrego una última: que se tomen en cuenta los efectos de una medida no solo a corto plazo sino también sobre sus consecuencias en el mediano y largo plazos.

Por lo expuesto, insisto sobre mi propuesta publicada semana atrás con relación a incentivar al sector privado como hace tres días atrás Alemania lo hizo aprobando el alivio de la presión fiscal con rebajas impositivas en el Impuesto al Valor Agregado (IVA). Es de destacar la posición del presidente de la República, Mario Abdo Benítez, sobre no subir impuestos así como también la reciente decisión del Senado merece reconocimiento por su reciente rechazo a la creación del impuesto a la soja.

En este escenario pandémico no es fácil sustraerse de las tentaciones populistas que a cada tanto se insisten desde diversos sectores. De manera que también es de mencionar las recientes declaraciones del viceministro de Tributación, Óscar Orué, quien se manifestó favorablemente sobre la competitividad tributaria.

El facilismo populista

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El Gobierno no debe caer preso de los cantos de sirena que invitan al facilismo populista y demagógico que, en un primer momento, tienen el efecto de un placebo para luego convertirse en una verdadera tortura de dolor de la que no hay vuelta atrás. El próximo documento gubernamental debe mantenerse en la senda correcta, profundizando el compromiso con la economía de mercado, el imperio de la ley y la seguridad jurídica.

En una anterior columna presenté mis propuestas al respecto siendo referenciales de lo que debe hacerse. Desde luego que no podemos desconsiderar los efectos sobre los ingresos fiscales, situación que en contrapartida desde el lado del gasto implica aplicar medidas de estricto saneamiento y austeridad.

Ocurre que es intolerable lo que han hecho los gobernantes de nuestro país con la población. El desprecio hacia sus emprendedores es la prueba del costo corrupto de la política. Todavía son muchos los que desprecian el éxito.

Una activa reactivación económica requiere apoyar a los emprendedores dotándoles de un marco institucional de libertad económica porque son los empresarios, pequeños, medianos y grandes que están en todas partes, en las calles, en las tiendas, mercados, talleres, bancos, fábricas, granjas etc., los hacedores de progreso. En su intento por obtener ganancias también satisfacen los deseos de la gente y si no son del agrado de los consumidores sus bienes y servicios ofrecidos incurren en pérdidas y luego quedan relegados de los mercados.

La función empresarial

El análisis económico no puede relegar la función empresarial y menos aún para lograr una reactivación de la economía. En el documento a publicarse por el Gobierno debe tomar en cuenta a la misma, aún cuando lamentablemente es desconsiderada por los tecnócratas y relegada en nuestros centros de estudios. El empresario no es una persona o grupo en específico. La función empresarial en el correcto análisis económico significa descubrir oportunidades de alcanzar un fin para obtener una ganancia o beneficio en la sociedad en un marco institucional de respeto hacia los demás.

Iniciativa, riesgo, ingenio e innovación permanente son parte de la función empresarial, lo que combinando los factores de producción como el capital y trabajo crean y distribuyen bienes y servicios que demanda el consumidor. Es la función empresarial la que en verdad hace la existencia del ahorro para las diferentes inversiones mediante la división del trabajo.

Infelizmente, en los países subdesarrollados es cuanto más se ponen barreras a la función empresarial, situación que no ocurrió con los países hoy desarrollados que en su momento gozaron de amplios espacios de libertad económica. De ahí que la función empresarial requiere ahora mismo de suspender los efectos de los tributos como el de la renta personal IRP y a las empresas IRE por el término de un año.

La escasa cuantía de ahorro e inversión que todavía adolecemos en Paraguay se deben a los desórdenes fiscales y presupuestarios que precisamente perjudican a la función empresarial. Cuando insistimos en algo tan elemental como que no puede gastar más de lo que se recauda, que cualquier incremento del gasto a favor de alguien o en forma de programas, requiere gastar menos en otros sectores y que la legión de funcionarios y políticos administrando, lo que decimos es que todo ello terminan por convertirse en un despilfarro y el mejor caldo de cultivo de la corrupción. Una manera sencilla de verificar si el sector estatal es eficiente en relación con sus ciudadanos consiste en saber el tiempo necesario para iniciar un determinado negocio, completando pasos burocráticos que hacen a la operatividad legal de una empresa.

En Canadá lleva horas y en Paraguay varios días, aunque en Zimbabwe demora más de noventa días, sin duda que el nuestro debe imitar al primer país. Este es un dato no menor que ahora debe ser aprovechado para potenciar la función empresarial en este período de la pandemia. ¡Son estos los sectores que pagarán sus respectivos impuestos para sostener el equilibrio fiscal y reactivar la economía! El cálculo económico empresarial empieza con ese pequeño gran detalle y no solo para las empresas que ya están funcionando sino para las que todavía ni tan siquiera se han creado ni inscripto en la formalidad que se desea.

Covid-19, un acelerador

El mundo cambia. El covid-19 es su acelerador. Las medidas del Gobierno para una pujante y activa reactivación económica deben tomar preferentemente en cuenta el análisis económico de la función empresarial mediante la puesta en marcha de incentivos para la inversión y el empleo sacando el costo de seguir gravando con impuestos el capital y el ahorro, tal como ocurre con el IRP y el IRE; después de todo, tan solo un guaraní que tiene el Estado es un guaraní que salió previamente del bolsillo de la gente.

(*) Decano de Currículum UniNorte. Autor de los libros “Gobierno, justicia y libre mercado”; “Cartas sobre el liberalismo”; “La acreditación universitaria en Paraguay, sus defectos y virtudes” y otros como el recientemente publicado “Ensayos sobre la Libertad y la República”.