Comercio fronterizo, urge agenda con visión estratégica

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Ciudad del Este fue pionera y emblemática en el avance del desarrollo del comercio fronterizo.
Ciudad del Este fue pionera y emblemática en el avance del desarrollo del comercio fronterizo.Archivo, ABC Color

El comercio fronterizo de nuestro país ha venido desarrollándose a lo largo de décadas sin la debida consideración estatal en establecer mejores condiciones de seguridad, urbanismo, orden y limpieza en las ciudades involucradas; servicios necesarios que no deben ser solo buenos sino de excelencia. Pese a ello, Ciudad del Este fue pionera y emblemática para este avance que no solo beneficia a miles de familias sino también al mismo fisco por los ingresos al erario.

Ciudad del Este, en efecto, es un emporio comercial pese a sus detractores, algunos muy interesados en debilitarla. Sus habitantes fueron desarrollando un “know how” de conocimientos y actividades propicias para el intercambio de bienes y servicios con creatividad y laboriosidad dignas de imitar.

Esta notable característica sumada a que la región, el departamento de Alto Paraná, es casi la cuarta parte del producto interno bruto (PIB) del Paraguay, lo convierte en un atractivo de importancia que no puede ser desconsiderado ni por el gobierno de turno ni por el mismo sector privado.

Aun con su peso propio específico en la economía nacional y en la región, Ciudad del Este con otras ciudades cercanas, sin embargo, no puede avanzar lo suficiente porque requiere cuanto antes de una reconversión para volverla todavía más fuerte y atractiva. Con un inusitado movimiento de compras y ventas por parte de turistas y comerciantes argentinos y brasileños que se abastecen de productos electrónicos, electrodomésticos, tabacos y alcoholes (estos dos últimos ya no tanto) ofrecidos a un menor precio que en los países vecinos, Ciudad del Este siempre estuvo expuesto a prácticas que están terminando (factor endógeno) y otras que pronto se iniciarán (factor exógeno).

Internamente, el negocio de la triangulación se ha vuelto obsoleto, lo que implica una reconversión como la citada más arriba. Y externamente, ocurre que Brasil se ha dado cuenta que no es un buen camino seguir con el proteccionismo colocando trabas e impuestos a su comercio. Por tanto, lo que antes era caro en Brasil ahora ya no lo es tanto y las zonas fronterizas de Paraguay empiezan a perder ritmo, a quedar atrás sin el debido atractivo.

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Brasil cambia

Con la conducción de Jair Bolsonaro asesorado correctamente por su ministro de Economía, Paulo Guedes, de tendencia claramente liberal, se fue diseñando la transformación del Brasil hacia ideas y espacios de pro mercado. Eso de depender de la devaluación del real y del proteccionismo como la famosa sustitución de importaciones para proteger la industria y la mano de obra ha venido debilitando finalmente al gigante de la región.

La devaluación de hecho es como saltar del fuego a la sartén, situación que como sabemos perjudica a la larga pero que daña de manera directa y más rápidamente al país de al lado, en este caso al nuestro. El déficit fiscal y comercial hizo que la devaluación fuera vista como una solución por parte de los gobiernos brasileños.

De este modo, con la devaluación de la moneda las exportaciones aumentan y las importaciones se reducen, debido a que al final y al cabo esa medida es una forma de “controlar” el tipo de cambio. Esta devaluación (que por cierto también aplica Argentina) hace que al colocar el real brasileño o a peso argentino menor al mercado y a un precio superior al dólar, entonces a los brasileños o argentinos les resulta más barato conseguir sus monedas lo que origina aumento de sus exportaciones. Y al revés, cuando el dólar está caro, las mercaderías provenientes de terceros países –como Paraguay– disminuyen sus ingresos.

Ciudades espejos y más

Aquí lo importante es lo siguiente. En Brasil, a diferencia de lo que pasa por Paraguay, se reflexiona desde la teoría a la práctica en la necesidad de la puesta en marcha de contar con visión estratégica. Esta noción, por cierto, resulta difícil aquí en nuestro país porque nuestros gobernantes siguen seducidos por el estatismo, las ideas caducas y la mirada cortoplacista. Muchos y demasiados no saben y no le dan la debida importancia a lo que es visión estratégica.

Hacer de las fronteras zonas fascinantes para el comercio y la industria para defender la soberanía territorial e impedir el avance del crimen organizado protegiendo a sus compatriotas no es un tema menor. El libre mercado con seguridad jurídica y personal son relevantes en la relación ciudadano-gobierno.

Apelando al concepto de ciudades espejos, en toda la frontera brasileña en la que están Foz de Yguazú, Puerto Yguazú, Guaíra, Uruguayana, por citar algunas limítrofes con Paraguay, Argentina y Uruguay, se vienen entonces por parte del Brasil las instalaciones de lojas francas, “free shops” con mínimos impuestos, con cupos de compras altas.

Brasil no pretende entonces una mera movida comercial, pretende llevar a la práctica su visión estratégica. Por ejemplo, si aplicara un cupo de compras de hasta US$ 500 a los extranjeros que compren en sus tiendas y apenas permitiendo entre US$ 150 y 300 a los brasileños que realicen compras en las tiendas del Paraguay, entonces estaríamos nosotros los paraguayos ante una situación muy especial para el futuro de nuestro país, por decir lo menos.

Esto ya se inició un poco antes de la pandemia del covid-19 y continuará pronto. Paraguay, por ende, tiene que estar atento y ocuparse en consecuencia para que su comercio fronterizo no se vea debilitado al extremo. Y no se trata solo de comercio en sí mismo, sino de otros elementos que hacen al mismo y en la que están entrelazados: seguridad + urbanismo + limpieza + hotelería + centros comerciales + aeropuertos + infraestructura en general.

¿Por qué un turista brasileño u otro proveniente de una nación diferente vendrán a Paraguay si tienen todas esas ventajas y servicios de primera en Brasil?

Paraguay deja de ser atractivo. Entonces, tienen toda la razón los empresarios, trabajadores, las familias de las ciudades comerciales, sea Ciudad del Este, Salto del Guairá, Pedro Juan Caballero, Encarnación en expresar y proponer soluciones.

Urge entonces una vía de comunicación expedita entre los representantes de las regiones fronterizas, políticos y empresarios, para una agenda con el Estado central, que desde la preocupación se ocupen de una visión estratégica en la que se tenga como propósito mayor libre comercio, menor burocracia, más seguridad e infraestructura de alta calidad.

Atractiva

Ciudad del Este requiere de una reconversión urgente para volverla todavía más fuerte y atractiva. El negocio de la triangulación se volvió obsoleto.

Estatismo

Nuestros gobernantes siguen seducidos por el estatismo, ideas caducas y la mirada cortoplacista. No saben y no le dan importancia a la visión estratégica.

(*) Decano de Currículum UniNorte. Autor de los libros “Gobierno, justicia y libre mercado”: “Cartas sobre el liberalismo”; “La acreditación universitaria en Paraguay, sus defectos y virtudes” y otros como el recientemente publicado “Ensayos sobre la Libertad y la República”.