Descripción y análisis de la pobreza monetaria en el Paraguay

La medición de la pobreza es compleja en muchos aspectos. El concepto aborda varias dimensiones que engloban las múltiples carencias a nivel de los hogares y personas. Como ya se describía anteriormente, una persona pobre puede sufrir de múltiples desventajas, como carecer de agua o electricidad, tener un trabajo precario, contar con pocos años de educación, estar desnutrida o tener problemas de salud, entre otros aspectos. Con estos múltiples factores se muestra un panorama general desde todas sus dimensiones, el cual es denominado pobreza multidimensional

La pobreza está más acentuada en la zona rural, donde afecta al 34% de la población.
La pobreza está más acentuada en la zona rural, donde afecta al 34% de la población.

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.En Paraguay, la medida oficial de la pobreza es la pobreza monetaria. Esta se calcula comparando los ingresos per cápita de los hogares con las líneas de pobreza (línea de pobreza extrema y total) y la institución. Si bien la pobreza monetaria no incluye todas las formas de carencia, capta la capacidad de un hogar o un individuo de satisfacer sus necesidades básicas esenciales, obteniéndolas a través de su compra en el mercado o mediante el autoabastecimiento.

Antes de desagregar los indicadores de pobreza monetaria y distribución de ingresos, basados en los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares Continua 2020 (EPHC 2020- 4to trimestre), es necesario mencionar que el aumento en el indicador durante la pandemia ha sido la constante en toda la región. Esto, pese al paquete de asistencia impulsada por los diferentes gobiernos a favor de la clase menos favorecida.

Por mencionar, en Argentina la pobreza alcanzó al 42% de la población en el segundo semestre de 2020. Las personas bajo la línea de pobreza totalizaron 19 millones, lo que representó un aumento del 6,5% en el último año. A nivel nacional, las personas bajo la línea de indigencia alcanzaron a 4.7 millones, representando un crecimiento de 2,5% en comparación al año pasado (Instituto Nacional de Estadística y Censos- Indec).

En Brasil, los indicadores de pobreza también han registrado un aumento importante. De acuerdo con datos de la Fundación Getúlio Vargas, el número de pobres pasó de 9,5 millones en agosto de 2020 a más de 27 millones en febrero de 2021. Este crecimiento se ha dado pese al importante plan de subsidios que benefició a 68 millones de personas entre marzo y diciembre.

A modo de evitar que más personas caigan en situación de pobreza, el Gobierno de Jair Bolsonaro dispuso nuevamente un subsidio para 45,6 millones de personas.

Medición y componentes de pobreza en Paraguay

De acuerdo con la metodología del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la línea de pobreza extrema utilizada en Paraguay representa el costo de una Canasta Básica de Alimentos (CBA) constituida por un conjunto de alimentos y bebidas no alcohólicas cuyo contenido calórico satisface los requerimientos calóricos mínimos (vida saludable).

Y la línea de pobreza total es igual al costo de la Canasta Básica de Consumo (CBC) que incluye además de los alimentos el costo de otros bienes y servicios no alimentarios considerados esenciales, relacionados con la vivienda, vestimenta, educación, entre otros.

Al observar la infografía “medición de la pobreza monetaria en Paraguay”, se puede considerar la relación entre los ingresos y la población de manera mensual en el año 2020. En ella, una persona, en promedio, es considerada pobre extremo si su ingreso per cápita se encuentra por debajo de la línea de pobreza extrema, es decir, debe percibir G. 272.000 para cubrir sus necesidades mínimas alimentarias. Mientras que una persona puede ser considerada pobre cuando su ingreso per cápita se encuentra por debajo de la línea de pobreza total. Contrariamente, las personas no pobres tienen ingresos per cápita iguales o mayores a la línea de pobreza total.

En igual interpretación, se puede mencionar que un hogar promedio de cuatro integrantes debe percibir aproximadamente G. 2.850.000 para cubrir sus necesidades básicas de consumo o G. 1.088.000 para asegurar sus necesidades alimentarias.

Bajo esos parámetros de medición, al cuarto trimestre del año 2020 (octubre a diciembre), la pobreza en Paraguay alcanzó al 26,9% o 1.921.721 de la población total del país (7.153.948), representando 264.590 personas más en la mencionada situación o 3,4 puntos porcentuales de aumento con respecto al año 2019 cuando la pobreza alcanzó al 23,5% de la población. Esto significó que los ingresos per cápita estuvieron por debajo del costo de una canasta básica de consumo. Del total de la población pobre, el 52,9% fue urbana y el 47,1% rural.

Al desagregar por zonas, la población pobre en el área urbana afectó al 22,7% o 1.017.185 personas de las 4.490.097 que habitan en esta zona y la extrema (cuyo ingreso mensual per cápita no logra cubrir el costo de una canasta mínima de consumo alimentario) al 1,8% (82.710 personas). En tanto que, en la rural, la pobreza arrastró al 34% o 904.536 personas de las 2.663.851 que viven en el campo. La indigencia a 7,4% o 196.899 individuos.

Los departamentos de San Pedro, Caaguazú, y Caazapá figuran como los lugares con mayor incidencia de pobreza. Sin embargo, Central y Alto Paraná lideran en cantidad, lo que muestra los cordones de pobreza que rodean a las grandes ciudades.

No obstante, es de destacar que la pobreza rural registró un leve aumento de 0,6%. Esta mínima variación refuerza el análisis realizado meses atrás por la consultora MF Economía acerca de que el campo actuó de refugio de los trabajadores que quedaron desempleados a causa de la pandemia, principalmente en los sectores de servicios y comercios. Muchos de estos empleados habían migrado de las zonas rurales a las urbanas en busca de mejores condiciones de vida.

En palabras del exministro de Hacienda y economista, Manuel Ferreira, “el 37,2% de los paraguayos todavía vive en el campo. El vínculo rural del paraguayo actuó de “seguro social” en esta pandemia: donde no estuvo el Estado, estuvo el campo”.

A modo de recapitulación, la mayor cantidad de personas en situación de pobreza vive en el área urbana. En tanto que el rural fue el más afectado por la indigencia tanto en incidencia (porcentaje) como en valor absoluto (cantidad de personas), de acuerdo con los datos presentados por el Instituto Nacional de Estadística.

Las perspectivas ya estaban ancladas en un aumento de la pobreza en el país a causa de las medidas tomadas para mitigar los efectos de la pandemia durante el año 2020. Sin embargo, estos resultados revelan la situación del último trimestre cuando la economía ya se encontraba en su proceso de reapertura. No así cuando se tomaron las medidas más restrictivas de la crisis sanitaria.

Es importante también señalar que los indicadores de pobreza en Paraguay han venido en un claro descenso. Al considerar los últimos 22 años (1997/1998 a 2020), la pobreza total se redujo de 40% a 26,9% y la extrema de 12% a 3,9%. Incluso cuando el país registró su mayor porcentaje de pobres en el 2002, afectando al 57,7% de la población.

Cuando el foco se centra en los valores absolutos, la cantidad total de pobres en el mencionado período, se redujo a aproximadamente 90.000, los no extremos (cubren la canasta básica) registraron un aumento de 227.000 personas y los pobres extremos (no cubren la canasta básica) se redujeron en 315.000.

En lo que respecta a la población no pobre, se observa un importante aumento. El grupo pasó de 2.948.175 en 1997 a un total de 5.232.227 al cierre de 2020. Esto significó 2.375.052 personas más que ingresaron al mencionado segmento de la población, reflejando el importante avance que ha tenido la economía paraguaya.

¿Qué revelan los ingresos?

Al observar la estructura de los ingresos familiares mensuales del total país, el 86% se generó por cuestiones laborales. Es decir, el trabajador ha sido el principal generador de sus propios recursos. El porcentaje se mantiene en todos los segmentos de los hogares. Para el 20% más pobre significó un ingreso promedio de G. 1.140.000 y para el más rico de G. 8.302.000.

Los datos del Instituto Nacional de Estadística también revelan que el 20,4% de los ingresos de los más pobres provino de los distintos programas de asistencia del Estado como los permanentes Tekoporã, Adultos Mayores, así como por los implementados en el marco de la Ley de Emergencia Sanitaria y Económica (Ñangareko y Pytyvõ) que representó alrededor de G. 1.100.000.

Conforme a los datos oficiales, la existencia de las mencionadas asistencias evitó que 232.966 personas más cayeran en situación de pobreza, con lo que el total hubiera alcanzado al 30,1% de la población. Así también 183.936 no engrosarán el indicador de pobreza extrema. De lo contrario, la pobreza extrema afectaría al 6,4% del país. Si bien estos datos son auspiciosos, aún quedan muchas acciones a ser definidas e impulsadas para contener a los grupos más necesitados.

La crisis sanitaria ha afectado sobre todo a aquellas personas que estaban empezando a mejorar su situación y que residían en las ciudades, donde el impacto ha sido más severo. El cierre de comercios y servicios por las medidas restrictivas ha dejado a miles de personas sin empleo, por ende, sin ingresos. Las mujeres siguen siendo las más impactadas por esta situación, al igual que muchos trabajadores provenientes de las zonas rurales, que durante la pandemia han revertido su rol de expulsores de mano de obra a ser contenedores del grupo de personas desempleadas. La lucha contra la pobreza continúa siendo uno de los grandes desafíos en Paraguay. Los datos e informaciones recabados en el escenario excepcional generado por la pandemia deberían convertirse en la base para el diseño e impulso de políticas socio-económicas mejores focalizadas y multidimensionales que contribuyan a la salida de miles de personas de su condición de vulnerabilidad.

Finalmente, el potencial de desarrollo y crecimiento económico del país en la post pandemia estará determinado, en gran medida, por la capacidad del Estado de dotar de herramientas y condiciones que contribuyan al bienestar de la población, lo que se reflejará en mayor productividad y dinamismo económico.

26,9%

La pobreza en Paraguay alcanzó al 26,9% o 1.921.721 de la población total (7.153.948). Son 264.590 personas más en esta situación.

20,4%

De los ingresos de los más pobres provino de los distintos programas de asistencia del Estado Tekoporã, adultos mayores, Pytyvõ, Ñangareko.

86%

Estructura de los ingresos familiares mensuales del total país: 86% se generó por cuestiones laborales. El trabajador es generador principal de recursos.

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