Entonces, si vemos que el crédito es positivo porque nos ayuda a mejorar nuestra calidad de vida, debemos identificar la medida hasta la cual el mismo es saludable y desde dónde el endeudamiento se convierte en tóxico para la salud financiera.
Medida equilibrada
Como todo en la vida, cualquier extremo es malo, por ello debemos intentar permanentemente encontrar el equilibrio de manera transversal a nuestro quehacer diario, a fin de disfrutar de nuestras capacidades y potenciar nuestra felicidad.
Las deudas no son una excepción. No está mal tener deudas, el problema surge en el sobreendeudamiento, por eso es clave tener una estructura de prioridades definidas y así destinar un porcentaje máximo de los ingresos a cada tipo de gasto.
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Obviamente, cada persona debe diseñar su estructura financiera ideal, por ejemplo no tendrá la misma distribución quien gana G. 2 millones al mes, está casado y tiene 3 hijos pequeños que quien gana G. 10 millones, tiene una pareja que percibe un ingreso de G. 6 millones y aún no tiene hijos. El destino del dinero será sin duda muy diferente en cada caso.
Quien recibe menores ingresos y tiene una familia que mantener, probablemente, destinará gran parte de su dinero a satisfacer necesidades básicas como alimentación, quedando muy poco excedente para destinar a transporte, vivienda, vestimenta, educación e incluso salud. Su distribución de ingresos será muy distinta a la otra pareja del ejemplo.
A pesar de ello, existen algunos parámetros que pueden ayudarnos a realizar un análisis para determinar un rango de referencia a los que podríamos llamar indicadores de gestión financiera personal. Así, el monto mínimo de ahorro recomendado es del 10% sobre los ingresos mensuales, monto ideal para quien desde joven decide desarrollar el hábito del ahorro y va transformando ese ahorro en inversión.
Sin embargo, si una persona iniciará sus ahorros recién a los 40 años, ese porcentaje deberá ser incrementado pues, probablemente, sus años de vida productiva futura serán menores que los años de vida sin ingresos activos (jubilación).
Suelen decirme que el ahorro solo es posible para quienes tienen mayores ingresos, sin embargo, eso no es real. El que menos gana es el que más necesita ahorrar y planificar, pues todos tenemos imprevistos, pero al más pobre estos le golpean más duro. Por ello, si no cuenta con un ahorro deberá incurrir en una deuda, asumiendo los costos financieros que la misma representa. Entonces, si no le alcanzaba para ahorrar, ¿cómo le alcanzará para asumir esa deuda y sus costos?
La diferencia entre los ingresos y el ahorro podrá ser destinado a los egresos. Esta forma de visualizar al ahorro, como prioridad y no como “lo que sobra” luego de pagar los gastos, cambia radicalmente la predisposición de la persona, pues lo pone en primer lugar, es decir, quien se esfuerza y trabaja para obtener un ingreso mensual es quien primero recibe su parte.
Por otro lado, en los egresos se debe tener en cuenta que las cuotas mensuales de deudas no deben exceder al 32% de los ingresos mensuales. Este parámetro debe ser considerado como el límite máximo superior, aunque algunas entidades financieras aceptan un endeudamiento de hasta el 40% para otorgar los créditos; esta diferencia puede resultar perjudicial para la salud financiera de la persona.
Si de los 100 que gana, destina 10 al ahorro, 40 a deudas, solo le quedan 50 de sus ingresos para vivir. Entonces, puedes hacerte la pregunta: ¿puedo vivir bien con la mitad de mi sueldo? si la respuesta es NO, entonces disminuye tus deudas.
Pasos a seguir
1. Establece el monto mensual de tus ingresos, sean estos fijos o variables, si lo último fuera tu caso, trabaja sobre el promedio de los últimos 12 meses.
2. Confecciona tu presupuesto mensual real, puedes seguir el modelo del Cuadro Nº 1.
3. Coloca al lado de cada tipo de gastos el porcentaje de tus ingresos que destinas a ello.
4. Los gastos fijos son aquellos que realizas todos los meses y cuyo monto no varía. Incluyen las deudas, que son compromisos de pagos que debes cumplir. El total de los mismos, incluyendo las deudas, no debe sobrepasar el 55% de los ingresos netos.
5. Los gastos variables son aquellos cuyos montos varían mes a mes, pero representan necesidades a satisfacer, como alimentos, combustible, medicamentos, luz, agua y teléfono, etc. El monto máximo no debería sobrepasar el 25% de los ingresos netos
6. Por último, los gastos superfluos son aquellos en los que incurrimos mensualmente por gusto o por diversión. Estos no deberían sobrepasar el 10% de tus ingresos netos.
7. Observa en detalle la composición de tus “gastos hormiga”, aquellos pequeños que se están llevando de a monedas tus ingresos, como por ejemplo el gasto en cigarrillos, tereré rupa, gaseosas, golosinas etc. Quizás puedas evitar algunos de ellos y destinar ese dinero al ahorro.
8. Haz un minucioso análisis de tus deudas, estableciendo claramente los datos de cada una, en particular el costo financiero que representan, a fin de que puedas evaluar, de ser necesario, una reestructuración de las mismas. (Puedes utilizar el modelo presentado en el artículo “Disminuyendo deudas”)
9. El 10% que destinas a ahorro mensual puedes utilizarlo en pagos extraordinarios de deudas que puedas ir adelantando, de manera de liquidarlas en la brevedad.
10. Si no puedes pagar puntualmente tus compromisos, acércate a conversar con tu acreedor y plantéale una solución financiera para que puedas cumplir tu obligación. Será más fácil lograr una refinanciación mientras seas un buen cliente.
11. Tu primer objetivo de ahorro debe ser alcanzar el equivalente a tres meses de tus ingresos mensuales. Este será tu “colchón ante imprevistos”, ya que en el caso de que quedes desempleado, de todas maneras debes tener capacidad de pagar tus obligaciones.
12. Recuerda que puedes distribuir tus gastos como quieras, pero cuando dedicas dinero a un rubro tienes irremediablemente que limitarlo en otro.
13. Trabaja en una proyección de tu presupuesto por lo menos a 12 meses de plazo a fin de que puedas obtener la medida de las dificultades financieras potenciales que tendrías si continuas con los hábitos actuales.
14. Visualiza el mes de vencimiento final de las cuotas de tus créditos, si hace 24 meses que estás pagando una cuota de G. 300.000 y la última es en marzo, entonces en abril te sobrará ese dinero. Define con tiempo qué harás con ese monto, antes de que corra de tu billetera sin que siquiera te des cuenta.
Tus ingresos no dependen de lo que quieres, pero los gastos son tus esclavos, allí es donde tienes el control total. Controlar nuestras cuentas es posible, pero requieren esfuerzo, perseverancia y disciplina. No dije que sería fácil, pero te aseguro que es posible y que vale la pena. Sigamos hablando de dinero, porque así aprendemos a manejarlo mejor.
Pero
No está mal tener deudas, el problema surge al sobreendeudarse
10%
El monto mínimo de ahorro recomendado es del 10 por ciento sobre los ingresos mensuales
