Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el agua potable y apta para el consumo no debe contener sustancias perjudiciales para la salud, debe encontrarse libre de microbios y sustancias químicas tóxicas. Además, ser inodora (sin olor extraño), incolora (sin color) e insípida (sin sabor alguno).
Potabilización casera del agua
-Ebullición: consiste en hacer hervir el agua a elevadas temperaturas. Este procedimiento se fundamenta en que a temperaturas que oscilan los 100 ºC los microbios causantes de enfermedades son destruidos.
-Desinfección solar: es una manera gratuita de potabilizar el agua, en el que solo se emplea una botella transparente, preferentemente de vidrio, la que es llenada con agua, agitada y sometida a la luz y calor del sol por un periodo no inferior a seis horas. El calor y la radiación del sol pueden matar los microbios presentes en el agua.
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-Filtración: se emplean filtros de carbón, papel o tela para eliminar impurezas sólidas y microorganismos de mayor tamaño, pero no logra destruir bacterias ni virus. Por eso, se recomienda como primer tratamiento del agua, y complementarla con la ebullición.
-Cloración: consiste en añadir pequeñas cantidades de cloro a la muestra de agua, lo que permitirá la destrucción de una enorme cantidad de microbios. El cloro es económico y fácil de usar, pero es muy importante emplear la cantidad adecuada para que cumpla el efecto esperado. Por lo general, se recomiendan unas tres gotitas de lavandina por cada litro de agua, pues su consumo en exceso también puede ocasionar daños a la salud.
Potabilización por la Essap
Cuando el agua proviene de fuentes superficiales, como ríos y arroyos, y con ella se pretende abastecer a toda una comunidad, es preciso aplicar otras técnicas de potabilización más eficaces. Entre estas técnicas se encuentran las empleadas en nuestro país por la Essap (Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay) que provee agua potable a gran parte de la población.
Se toma el agua directamente de un río, lago o embalse y, a través de una reja, se impide que elementos de gran tamaño (ramas, troncos, peces, otros) pasen al reservorio donde se agregan productos químicos, para que se depositen las impurezas en el fondo. De ahí el agua sale muy clarificada. Posteriormente, el agua pasa por un filtro donde, a través de sucesivas capas de arena de distinto grosor, sale prácticamente potable. Para asegurar aún más la potabilidad del agua, se desinfecta con agregado de cloro que elimina las bacterias y se bombea para llegar hasta los tanques que distribuyen a las viviendas.
Fuente: http://www.educ.ar,
