Los vertederos

Los residuos sólidos son, en su mayoría, fruto de las actividades humanas. Estos desechos se acumulan en los ecosistemas, sobre todo en los urbanos y es responsabilidad de las personas, en forma individual y comunitaria, disponer su correcta eliminación.

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Las actividades industriales, comerciales y domésticas generan gran cantidad de residuos y estos constituyen un grave problema en las grandes ciudades porque, si no se gestionan de manera adecuada, se acumulan rápidamente. Las acumulaciones de residuos sólidos son, además de un problema estético, una fuente potencial de enfermedades infecciosas, ya que favorecen la aparición de todo tipo de alimañas que actúan como vectores.

No existen muchas opciones válidas para la eliminación de la basura a más de la incineración o su depósito en vertederos. Ambos métodos tienen sus ventajas y desventajas. En ambos casos, el paso previo para la disposición final es la recolección de los desechos.

Los vertederos son sitios que se escogen considerando características determinadas, donde se vierten o depositan toneladas de basura con el menor impacto ecológico posible. Una vez que se llene el sitio utilizado como vertedero, debe ser reacondicionado para que pueda usarse como espacio público.

Pueden ser usados como vertederos los terrenos con las siguientes características:

Suelos poco permeables.

Alejados de fuentes de agua, superficiales o subterráneas.

No estar ubicados en zonas inundables.

Una vez elegido el sitio para ser utilizado como vertedero, debe acondicionarse apropiadamente: se excava y nivela el suelo, se preparan vallas perimetrales y sistemas de drenaje para los líquidos que se liberan a partir de los residuos. También deben prepararse caminos para el fácil acceso a los sitios de depósito. A medida que se van vertiendo los desechos, se cubren con una capa de tierra y se aplana por medio de maquinaria pesada. El depósito de la basura puede hacerse de tal manera que se aprovechen los gases liberados (principalmente metano) como una fuente de energía.

Entre las desventajas de los vertederos están la emisión de olores desagradables, la proliferación de ratas, insectos, posible contaminación de las aguas subterráneas por filtración de líquidos y contaminación del suelo.

El bajo costo, el empleo de mano de obra no calificada, la posibilidad de obtener energía renovable y la recuperación del sitio empleado luego de las modificaciones son las ventajas de los vertederos controlados.

Fuentes: http://www.reciclame.info, https://natureduca.com

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