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El mal de Chagas o tripanosomiasis americana es una dolencia cuyo agente causal es un protista parásito denominado Trypanosoma cruzi. Se llama mal de Chagas porque fue el médico Carlos Chagas quien la descubrió. La OMS estima que existen unos siete millones de afectados por la enfermedad, la gran mayoría en América Latina, porque es endémica de veintiún países de esta gran región geográfica. La transmisión se da por medio de vectores, insectos característicos del continente americano a partir del cual se extendió a otros continentes. Los vectores son conocidos como triatomíneos e incluyen a vinchucas o chinches, insectos que se alimentan de la sangre de mamíferos.
¿Cómo se transmite el mal de Chagas?
En los países donde la enfermedad es endémica, se transmite por medio de la picadura del vector, que permanece oculto durante el día. En la noche, el insecto pica a las personas y, al hacerlo, defeca en la piel y, sus heces contienen los parásitos. Cuando la persona se rasca, suele arrastrar las heces hacia el orificio de la picadura y por allí ingresan los parásitos. No todas las vinchucas (chichã guasu) transmiten la enfermedad, solo lo hacen aquellas contaminadas con el parásito por haber picado antes a una persona enferma.También la transmisión puede darse cuando las personas entran en contacto con las heces del vector presentes en bebidas o comidas, por transfusiones de sangre contaminada, trasplante de órganos y de la madre infectada a su hijo nonato. La enfermedad no se transmite por contacto directo con la persona infectada.
El mal de Chagas se desarrolla en dos fases:
Aguda: se presenta en los primeros meses luego de contraer la infección. Los síntomas no se manifiestan o son inespecíficos, por lo cual la enfermedad suele pasar desapercibida. Síntomas: fiebre, dolor de cabeza y de cuerpo, sarpullido, inflamación de ganglios, inflamación leve del hígado. Un signo muy característico es la inflamación del párpado del lado donde se produjo la picadura.
Crónica: se manifiesta varios años luego de la infección y en ella se presentan complicaciones cardiacas (arritmia, insuficiencia cardiaca, miocardiopatía, paro cardiaco) y digestivas (dilatación del esófago y del colon).
El tratamiento consiste en administrar medicamentos que matan al parásito, pero su eficiencia es total, generalmente, en la fase aguda y disminuye en la fase crónica. Además del antiparasitario, se administran fármacos para aliviar los síntomas en la medida en que vayan apareciendo.
Fuentes: https://www.who.int, https://www.cdc.gov