Juvencio Céspedes señaló que para él era una deuda pendiente el recibirse de abogado, ya que tiene otra preparación académica, como la de doctor en veterinaria, docente universitario jubilado y suboficial retirado de la Policía Nacional.
Dijo que decidió continuar sus estudios mediante el apoyo de su esposa, Desideria Escobar, que también siguió la carrera de derecho y escribanía. Indicó que anteriormente no tenía las condiciones como para seguir capacitándose en el ámbito universitario, pero ahora que se jubiló se decidió a cumplir con una deuda pendiente.
Céspedes considera que el hombre en la medida que cultiva su inteligencia se libera. Con esa mentalidad deben estudiar los jóvenes para que puedan sobresalir en la vida, expresó.
Resaltó que es una obligación ética profesional apoyar a los que requieren del servicio de la justicia y no solo mirar si va a arrojar buena remuneración. Céspedes explicó que él, personalmente, tenga o no dinero, si una persona solicita su servicio la va a asistir, asesorar y defender en cualquier causa, porque cualquier ciudadano que requiere de justicia tiene el derecho de que algún profesional lo apoye.
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