Este juicio que no tendrá al principal procesado marcará la tendencia de lo que pueda ocurrir al diputado colorado cuando le toque el turno.
De inmediato tendremos la puja por la presidencia de la Corte Suprema de Justicia que promete ser interesante.
Paralelamente se tendrá la parte álgida del concurso por un cargo en la Corte Suprema y la expectativa será si primará el criterio jurídico o el político como alguna vez le señaló el senador Juan Carlos Galaverna al extinto ministro de la Corte Carlos Fernández Gadea.
Con la elección de un nuevo ministro el máximo tribunal tendrá una mayoría de nuevos integrantes (cinco de nueve).
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Esto pondrá a prueba si se traducirá en una renovación o un cambio de mboka por garrote.
En medio de todo esto conoceremos si se prescribe o no el caso “coquitos de oro”, que tiene como principal procesado a Camilo Soares, cuyas denuncia, a su vez, llevaron a la cuneta al ahora exintendente de Asunción Mario Ferreiro.
No será menos interesante verle en juicio oral a Óscar González Daher y tal vez ahí muy cerca al exfiscal general del Estado Javier Díaz Verón, a quienes el gobierno de los Estados Unidos públicamente les bajó el pulgar.
Y si lo del diputado Rivas estará en la palestra, lo de su colega Ulises Quintana, a quien también Estados Unidos –al parecer– lo tiene en la mira, indudablemente será el centro de atención en su momento.
Tal vez, inclusive este pueda ser el año en que los exministros de Agricultura Enzo Cardozo y Rody Godoy afronten la audiencia preliminar por el multimillonario desvío de dinero de esa Secretaría de Estado, causa en la cual personas de menor peso ya cumplen condena.
Este 2020, así las cosas, puede ser muy decisivo para los que en algún momento ocuparon espacios de poder de relevancia como la Cámara de Senadores, la de Diputados, el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y la Fiscalía General del Estado. La cuestión es que nuestra Justicia esté a la altura de lo que se va a proponer.
Esto implica poner mano dura a las chicanas para que el proceso transcurra con normalidad y a la hora de dictar sentencia lo haga con solvencia, sin dejar dudas sobre los fundamentos, ya sea culpabilidad o inocencia.
Es un año en el que el Poder Judicial puede recuperar una imagen de seriedad, exenta de contaminación política, marginando a magistrados corruptos y brindando espacio a jueces que con valentía hagan prevalecer el Derecho.
La ciudadanía se volvió exigente con su Justicia. Espera respuestas claras en la lucha contra la corrupción.
El Poder Judicial debe entender que transformar su imagen ayudará a dar tranquilidad a una ya muy castigada sociedad.
Feliz 2020 Judicial.
ocaceres@abc.com.py