Se trata de un tal Ronald Holst Timcke, acusado de enriquecimiento ilícito en la función pública, lavado de dinero y asociación criminal en un caso derivado del robo de 500 millones de dólares de fondos de la Caja de Jubilados de Itaipú (Cajubi). Timcke ya fue condenado en un procedimiento abreviado a dos años de cárcel, con suspensión de ejecución de la condena.
Parece un cuento, pero los antecedentes y evidencias de las actuaciones judiciales en el caso indican que en realidad un prófugo extranjero hace de las suyas, para envidia de incontables reos con pedidos de captura que no pueden hacer lo mismo.
Para el común de los litigantes y la mayoría de los leguleyos, la situación de este germano evadido constituye un hecho anormal que permite la presunta galopante corrupción judicial y el dinero malhabido.
Sin embargo, en opinión de muchos letrados, el caso de este huido forma parte de los beneficios que se puede conseguir mediante la aplicación de fórmulas judiciales elaboradas en el marco de la ingeniería jurídica que permiten a un reo buscado seguir disfrutando de una libertad ilegítima.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
En los archivos del Palacio de Justicia casi no existen antecedentes similares al de este alemán y en el mundillo judicial local el caso plantea interrogantes y especulaciones diversas sobre lo que podría suceder en el futuro si las intenciones del extraño prosperan y logra quedar en libertad sin presentarse en la comisaría, el juzgado o la Fiscalía.
No serán escasos los fugitivos con orden de captura que desean tener la misma suerte o prerrogativa de Holst Timcke, el de litigar desde la clandestinidad como un ciudadano en libertad.
Su historial judicial y policiaco nos indica que no todo se debe al azar o a la casualidad porque gran parte de esa situación de privilegio se debe a la fortuna que administra desde su escondite y que le permite contratar asesores caros que no están al alcance de un fugitivo común.
Una vez más la realidad, en este caso la rutina tribunalicia, nos recuerda cuan poderoso es ese caballero que se llama dinero.
eruizdiaz@abc.com.py
