La Primera Convención Nacional de Jueces del Paraguay fue escenario de una serie de cuestionamientos a la actual integración del Consejo de la Magistratura y Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados. La percepción de la gran mayoría de los más de 500 magistrados que participaron en el evento, donde se debatieron cuestiones que hacen a la carrera judicial, el estado actual de la justicia en América Latina y la realidad del juez paraguayo, entre otros, es que el componente político de ambos órganos propicia la injerencia política en la administración de justicia.
“Se detecta que gran parte de la pérdida de independencia del Poder Judicial pasa porque el Poder Judicial es vulnerable a las presiones políticas en el nombramiento y en la remoción. Entonces la idea es cambiar el modelo, ya que el modelo demostró en estos 25 años desde la constitución del ‘92 que es tremendamente permeable a la presión política, sacarle al componente político del órgano de selección y de remoción”, indicó el camarista civil Alberto Martínez Simón, vicepresidente de la Asociación de Magistrados del Paraguay, entidad que organizó el evento.
La otra propuesta surgida en la cumbre fue la de restituir a la Corte Suprema de Justicia la potestad de remover a los magistrados. Martínez comentó que la idea es “blindar” al Poder Judicial para que sea independiente, de cara a una posible reforma judicial, en atención al consenso existente entre los referentes políticos respecto a este tema.
“Somos conscientes del papel del Poder Judicial en una sociedad. La sociedad se tiene que sentir amparada y protegida por sus jueces y al parecer, esto no está aconteciendo en este momento en nuestro país. Lo que buscamos con eso es establecer un cambio de paradigma, concienciarnos todos de que la labor del juez es ser un servidor público y para cumplir bien con su labor, hay dos ejes fundamentales: la independencia, que no solamente pasa por la independencia del sector político y también la independencia material, ¿en qué sentido? el juez tiene que tener condiciones de vida digna para que sea creíble”, afirmó a su vez la camarista María Mercedes Buongermini.
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La magistrada resaltó que ya pasó la época de los jueces encerrados en su despacho, pues el juez tiene que dar a entender su trabajo. “La ciudadanía tiene que entender nuestro trabajo, tiene que entender nuestras resoluciones, porque en definitiva lo que estamos resolviendo son los problemas de los ciudadanos”, acotó.
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