Los camineros de piedras enmarcan áreas de jardinería bien diseñadas, con el verdor suficiente para que el patio posterior nos muestre la gran belleza de los arbolitos generosos que ya dieron sus flores de azahar de intensos aromas y sus primeras naranjas. Llegan a una altura media, debido a que crecen en planterones. El delicado trazado de los detalles se disfrutan caminando, o al tomar asiento en una de las sillas que rodea a la mesa redonda o los cómodos sillones con almohadones mullidos. Se puede elegir la estancia favorita para aprovechar las vistas que traen a la mente un poco de historia y elegancia atemporal.
Los elementos arquitectónicos más destacados en la plazoleta son la fuente de agua y el pindó conservado en el terreno y al que se potencia con una caja cargada de diminutas flores blancas.
El diseño es de la arquitecta Olga Heinrich, quien empezó en el frontis de la residencia, con un césped en dos niveles marcados con piedra bruta, como grandes canteros, el jacarandá con sus bellas flores tapa el oeste y vista del exterior; además, hay hojas de gran belleza y altos arbolitos. El jardín delantero y el posterior se unen en una sola línea hasta la piscina al abrir la puerta principal, contando con una pequeña galería, con caminos de piedras, tal como sugirió su propietario. Una obra de arte viva en pleno agosto, anticipando nuevas e insospechadas primaveras.
La provisión y colocación de plantas estuvo a cargo de las hermanas Albertini, de Proverde.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Fotos Virgilio Vera