Su amor por el fitness nació en el 2003, cuando fue por primera vez a un gimnasio por razones estéticas y observó la figura trabajada de una mujer que se preparaba para una competencia. Para ella “fue amor a primera vista”. Entre risas revela que de niña odiaba los deportes. Cuando estudiaba en el Colegio San José, debía participar de la clase de Educación Física para evitar reprobar la materia, ya que era una de las mejores alumnas, recuerda. Las vueltas de la vida la llevaron hacia el camino de los deportes. Después de terminar la secundaria estudió Arquitectura en una universidad, pero descubrió que su pasión no era esa y abandonó la carrera. Luego decidió estudiar Nutrición en la Unida (Universidad de la Integración de las Américas). De forma paralela, entrenaba arduamente en el gym para no descuidar su estado físico. En el 2006 participó por primera vez en una competencia de fitness, pero luego se dio una pausa por unos años, porque, según dice, en ese entonces no era bien vista la presencia de mujeres en el culturismo. En el 2012 regresó, y arrasando. Ganó cinco campeonatos desde su retorno y el último fue en el evento realizado en Río de Janeiro, Brasil, donde se alzó con el trofeo Body Fitness hasta 1.63, del Overall Arnold Classic Brasil.
¿Por qué cambió Arquitectura por Nutrición? Nutrición me gustó desde siempre, aunque no esté garantizada como carrera exitosa porque es muy difícil. Además, me encanta entrenar y puedo combinarlo con esta profesión. Día a día sigo aprendiendo más.
¿Cómo ha evolucionado el fitness? El fitness va creciendo cada vez más; hoy en día se lo mira distinto en comparación con lo que era antes. Competir y no ocultárselo a mis pacientes ni a gente amiga es muy lindo; antes no podía contarlo. Creo que esa evolución se debe al cambio de concepto y de parámetros dentro de los torneos. Anteriormente ganaba la que tenía más músculos; hoy es la que tiene más líneas, mejor producción, más presencia en el escenario, etc. Entonces, es más difícil porque son muchos los factores que influyen en la obtención del trofeo. Como un chiste cuento que, antes de viajar a Río para el evento deportivo, estudié técnicas de automaquillaje. En fin, ahora es mucho más lindo y es mejor visto por la sociedad.
¿Cómo fue ganar la competencia en Río de Janeiro? El equipo que representó al país estuvo conformado por casi 20 personas. Detrás de los atletas estuvieron dirigentes y algunos acompañantes. Yo viajé sin ninguna expectativa, porque era la primera vez que la competencia se realizaba en Río, y los que trajeron el Arnold Classic de EE. UU. son empresas brasileñas que cuentan con deportistas especiales. Entonces, Brasil, como país anfitrión, tenía todas las posibilidades de ganar el trofeo. Además, en la clase Body Fitness, en la que yo compito, participaban muchas campeonas brasileñas. Fuimos tres paraguayas que coincidimos en aquella categoría y dos nos quedamos en los seis primeros puestos. Cuando gané me sentí muy feliz y más al alzar la copa del Overall.
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¿Cuál es la situación del fitness en nuestro país? Por un lado, hay poco apoyo y, por el otro, muy buen nivel de atletas. Fijate que con la escasa asistencia nosotros obtuvimos varias medallas, como el primero y tercer puesto, además de que la mayoría nos ubicamos entre los seis primeros lugares. Eso significa que hay un buen nivel de deportistas en esta disciplina. Quedamos bastante mejor que los de Argentina, un país mucho más grande; no sé si sus representantes cuentan con mucho apoyo, pero sí sé que esa nación tiene una gran cantidad de atletas. Miramos mucho afuera y tratamos de copiar lo bueno que vemos. Faltaría más apoyo por parte de las empresas. Además, las otras disciplinas cuentan con muy poco respaldo en nuestro país. Pese a todo, estamos por buen camino.
¿Cómo combina su trabajo con el ejercicio? Entrenar para una competencia lleva mucho tiempo. Particularmente, la dieta ya no me cuesta tanto. Se acorta la disponibilidad de tiempo entre las horas de entrenamiento, descanso, preparar la comida y estar en el consultorio. En realidad, gracias al fitness me va mucho mejor con el trabajo. Entonces preparo mi agenda y me organizo. Tengo un horario para mis pacientes y otro para mi entrenamiento. También dejo de lado ciertas cosas, como salir; sacrifico eso para disfrutar de lo que hago.
¿Cómo es la dieta? Se come seis a siete veces al día. Lo importante es la relación entre nutrientes carbohidratos, proteínas y grasas. Pero siempre es muy individual; la dieta que sigo no es la que yo les doy a mis pacientes, tampoco es el régimen que siguen todos los que compiten.
¿Cuántas horas entrena? Normalmente, una hora y media, o dos. En días previos a una competencia, llego a ejercitarme tres horas y media. Una hora de pesas –más que eso no— y después mucho cardio (caminata y trote).
¿Cómo es su vida fuera del trabajo? Mi hobby es el fitness. Aparte de eso, tengo una familia, vivo en casa con mis padres y mis hermanos, quienes me apoyan en todo lo que emprendo y están detrás de mí siempre: somos muy unidos. Los fines de semana me quedo con ellos o suelo salir con el grupo del fitness y, como somos pocos, somos muy amigos. Si no voy de paseo con el equipo, estoy con amigas de colegio o de facultad. Me gusta más salir a comer que irme de fiesta. No es porque no me guste, sino porque lo que hago implica esas restricciones. El descanso es muy importante. Si uno sale hasta tarde y toma alcohol, mató toda una semana de ejercicio.
¿Cómo se define como persona? Soy superexigente conmigo misma. Gracias a que siempre fui organizada conseguí todo lo que hoy tengo y me siento feliz. Algunas personas me cuestionan porque no salgo y no tomo, pero yo estoy muy feliz con lo que hago. Además, soy ambiciosa: siempre compito conmigo misma y así busco superarme día a día. Nunca miro a quién voy a enfrentar, sea en el ámbito laboral o en el fitness. Trazo mis metas, escojo cuál es la principal y me enfoco en alcanzarla.
¿Cuál es su objetivo? Gané un torneo a nivel amateur, uno de los más importantes en el rango, y eso me habilita para solicitar el carné como profesional. En este momento estoy esperando que salga para poder planificar mi año, porque ahora tendré que competir en los Estados Unidos. Entonces, dependiendo de cuándo sea mi próximo torneo, voy a planificar lo que me queda del año y, a la par, voy a seguir trabajando en mi consultorio.
Según comenta la licenciada Karina, lo más importante a considerar durante la preparación de cara a una competencia es la dieta y más en la categoría en la que compite, porque debe mantener el tono muscular e ir ganando mayor definición corporal.
Deporte
En nuestro país el culturismo es todavía visto como una actividad solo para hombres. No obstante, hay una cierta apertura de la gente a aceptar la incursión femenina en esta disciplina. “Cuando alguien no entiende que yo compito en fitness y no en fisiculturismo, ya tomo mis libros y le explico. Este deporte está mal visto por los malos referentes que sigue u observa el público”, critica.
La pasión que siente hacia el entrenamiento y los torneos la comparte con sus pacientes, cuenta. “Cuando aún estudiaba en la universidad, pensaba que me jugaría en contra; ahora es todo lo contrario, me juega a favor. Para mí es muy importante que a las personas que consultan conmigo les guste lo que practico”, expresa.
Texto jose.riquelme@abc.com.py
