Donde habita el tango

Imaginemos por un momento la brisa vespertina porteña envolviéndonos en su bullicio, mientras se desliza una charla en uno de los varios cafés apostados al costado de la plaza Dorrego, del pequeño barrio bonaerense de San Telmo, rodeados de anticuarios, fuentes y faroles iluminados. Percibamos los acordes del bandoneón acompañando la poesía hecha música en la voz de una intérprete que adoptó el tango como estilo de vida. Daisy Lombardo (25) es una artista absolutamente empapada en este género, que vive intensamente la magia de sus letras y melodías. Empezó a cantar a los 14 años, practicando vocalización con la profesora Clotilde Balmelli. Tomó clases con Alberto Ginez, con el maestro López Simón y sus hijos. Mientras estudiaba en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Asunción, donde se tituló de abogada en el 2013, se sumó a espectáculos, como el Festival del País, Fogón Universitario, Festival Aranduka y el Pre Festival de Cosquín (Argentina), en los cuales obtuvo los primeros puestos como solista. Esta proyección afianzó su cúmulo de aptitudes innatas, lo que la condujo a compartir escenario con músicos de arraigados créditos.

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¿Por qué escogiste este género musical? Mi primer contacto se resume en un disco de Julio Sosa, que a los 15 años llegó a mí por error. Desde que escuché Nunca tuvo novio, interpretada por “El Varón del Tango”, sentí no solo curiosidad, sino una necesidad de aprender más. Con el tiempo, me percaté de que dedicarse a esto va más allá de la música. El tango está hecho de lágrimas, ansiedad, añoranza y primeros besos; está hecho de la vida misma. No encuentro en otro género la realidad pintada de forma tan verídica y pasional. No podría jactarme de haber elegido al tango, me gusta pensar que él me eligió.

¿Hay mercado cultural para este tipo de manifestaciones artísticas localmente? El Teatro Municipal de Asunción se llena al menos dos veces al año con los shows de la compañía Más Tango. Con sus primeros bailarines, Vicky Arditi y Christian Fleytas; y los maestros argentinos Diego Escobar y Angelina Staudinger participé de un espectáculo en mayo. El año pasado canté en Tangos, milongas, valsecitos y algo más, también en el Municipal con el maestro Luis Álvarez, con Tomás Centurión al piano y el bandoneonista uruguayo Roberto Cardozo. Este año, Mburucujazz Bar me dio espacio para brindar dos funciones; la primera, con los maestros Carlos Centurión en piano y Remigio Pereira en trombón; y la segunda, con el guitarrista tucumano Germán Arriazu. Si de bailar se trata, la casa del tango en el Paraguay es Café Cultural Proa.

¿Quiénes son tus principales referentes y por qué? Del 40 me gusta Jorge Maciel, por su amplísima utilización de recursos interpretativos. Si tuviese que referirme al fraseo, me aferraría a Roberto Rufino y Roberto Goyeneche. En cuanto a la pasión demostrada, elijo a Alberto Echagüe y Floreal Ruiz. Libertad Lamarque, por su dulzura; y Eladia Blázquez, por la maravillosa capacidad de crear letra y música. Por su presencia, indiscutiblemente, a Carlos Gardel; y en lo instrumental a Astor Piazzolla y Osvaldo Pugliese.

¿Existen rasgos particulares que un intérprete debe reunir para un buen desempeño? Para hacer bien cualquier estilo es necesario adquirir el lenguaje musical del mismo, lo que se consigue escuchando mucho. En este caso, es primordial que el cantor sienta la letra que está interpretando. Además, es conveniente conocer un poco de lunfardo –jerga porteña empleada, mayormente, por los artistas del género–.

¿Cómo recibe el público local estas expresiones? La gente responde de manera muy positiva, se deja emocionar y eso me conmueve mucho. La valoración del arte está tomando fuerza. Es probable que en un tiempo se reconozca al artista por su condición y se lo remunere apropiadamente por su trabajo.

Culturalmente, ¿cómo ves el nexo entre los países de la región y la difusión de sus géneros musicales populares? Vivimos un momento de mejor difusión artística respecto a unos 25 años atrás, debido a la situación sociopolítica actual, consiguiendo mayor relacionamiento en las expresiones del arte con los vecinos. La globalización y el incremento de la penetración de tecnología estrechan vínculos con artistas extranjeros. Siempre que podamos entablar una conexión, tenemos la chance de mostrar un poco de la cultura.

Desde los estilos populares y folclóricos nacionales, ¿cómo ves posicionada a nuestra cultura en relación con la región? En crecimiento. Hay que considerar los recientes cambios históricos y sociales: la caída de la dictadura, la recientemente “instaurada” democracia. A diferencia de los países vecinos, la difusión de nuestras expresiones artísticas por parte del Estado es objetable, pero esta es una circunstancia que va modificándose de a poco gracias a las herramientas tecnológicas propias de este tiempo, sobre todo internet.

¿Proyectos en puerta? La grabación de unos videos con el maestro Pinchi Cardozo Ocampo, trabajar en un material discográfico, seguir cantando y ayudar a la difusión del tango.

La belleza tanguera reside en experimentar e incorporar íntimamente la composición en versos, entrelazada a la personalidad instrumental. Al cantor le deben doler las palabras escritas por José María Contursi, en Gricel; él debe embelesarse con la descripción de Homero Manzi, en Malena; para, de ese modo, despertar en el espectador esa vida que vive en el tango.

Breves acordes del tango

Es una expresión artística muy representativa en la zona del Río de la Plata. Su desarrollo se potenció, principalmente, en las zonas portuarias de Buenos Aires y Montevideo. Tras varias transformaciones sociales –ya que no era muy bien visto por la burguesía regional, situación que cambió con el éxito conquistado en Europa–, actualmente, goza de reconocimiento mundial.

Ligada a una estética muy peculiar, que la aproxima al lunfardo, los cabarés y personajes, como los guapos y los compadritos; la música es una fusión de ritmos africanos, europeos y americanos, con toque criollo.

Daisy Lombardo

Entregada a enaltecer el tango en nuestro país, la carrera de la joven intérprete despunta, dejando un halo de intensidad artística tras sus logros.

Agradecimientos Vestuario Colores Urbanos || Peinó Susana Pérez y maquilló Julieta Megna, ambas para Dino Haute Coiffure.

carlos.canete@abc.com.py

Fotos: Gustavo Báez, gentileza.

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