En la hora paraguaya, las siete son las ocho, las nueve o las diez...

“Voy a llegar tarde, pero no importa, la reunión siempre empieza una hora después”. El paraguayo es tan impuntual que si se lo cita para las siete, lo más probable es que no asome la cabeza por el lugar antes de las ocho. Existen personas que utilizan algunas estrategias para combatir este mal hábito, como adelantar 30 min la alarma.

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Llegar tarde a algún acontecimiento es algo supernormal para los paraguayos, es casi imposible empezar la actividad a la hora establecida, pareciera ser que si llegás temprano no sos gente y te sentís raro. Pero tranquilos, que esta cuestión de no estar a hora forma parte de nuestra cultura desde hace varios siglos.

Acordar una visita en el campo con el dueño de casa era decirle “ajuta pyhareve”, eso podía ser desde las 06:00 hasta las 11:00. “Ajuta ka´aru”, esto se extendía a partir de las 15:00 hasta las 18:00 “Ahata pyhare”, esto indicaba que a la visita debías de esperar de 19:00 a 21:00.

La libertad que tenían nuestros ancestros en la campaña con los horarios trasciende hasta nuestros días, ya que, aparte de ser extremadamente japu con el “ahata aju” y nunca volver, somos terriblemente impuntuales. Parece que hasta tenemos metido en nuestro cerebrito que si se mencionó que la reunión era para las siete, es porque la misma va a comenzar a las ocho y que eso solo se dijo para que las personas estén temprano.

Pero no todo está perdido, existen personas que sí hacen todo lo posible para llegar a la hora acordada y alguna de ellas utilizan estrategias como poner el despertador media hora antes de lo normal. Otra maña muy utilizada es la de tener adelantado el reloj 15 min, a mucha gente le funciona y a la que no..., ¡ya no tiene remedio!

Por Javier Morales (18 años)

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