A los 13 años aprendió a cocinar, miraba por televisión e internet distintas maneras de preparar platos de comida y fue así como se enamoró del arte culinario. “La gastronomía es para lo que yo nací, me encanta todo este mundo y por eso significa mucho para mí”, expresa.
En sus recetas debe demostrar sus técnicas para así lograr satisfacer al consumidor. “Cuando cocino, pongo todo mi esfuerzo, amor y conocimiento en cada plato que preparo”, cuenta Lucas. Asimismo, comenta que tiene varias ambiciones. “Me imagino sirviendo todos los días la comida para el papa y también me gustaría trabajar en cruceros”.
En el futuro, anhela ejecutar uno de sus proyectos en la ciudad donde creció. “Uno de mis planes es habilitar un comedor para la gente de escasos recursos de Valenzuela”. Actualmente, en compañía de un primo, apoya a un albergue y centro de salud. Confiesa que ayudar a los más necesitados le da una gran satisfacción.
No quiere esperar a recibirse de técnico superior en gastronomía para dar instrucciones sobre comida a otros en las aulas del Instituto Gastronómico de las Américas (IGA). “Debido a mi buen desempeño, logré venir a Asunción para asistir a una capacitación que me dará la posibilidad de enseñar en los próximos años y mi objetivo es hacerlo en 2015”, finaliza.
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