Renato practica hockey sobre césped desde los 13 años, gracias a la influencia de un tío. “Empecé en el club Mbiguá, luego me uní al equipo de la Universidad Americana y ahora estoy en Cerro Porteño”, relata. Se desempeña por igual como delantero, volante por izquierdo y defensa.
El joven comenta que este deporte no es tan conocido en el país y muchas personas confunden el hockey sobre pasto sintético con el de hielo: “Hay mucha diferencia entre ambos. El segundo es más rudo; por eso, todos los jugadores están protegidos. En cambio, en el de césped, el único que lleva los equipos de protección es el portero”.
Como cualquier otro deporte, exige disciplina y sobrellevarlo con los estudios requiere de una mayor dedicación. “Trato de tomar el hockey lo más serio posible, por más que sea amateur. Coordino mis horarios de la facultad con las prácticas y si tengo partidos a la mañana o la tarde, entonces, descanso el día anterior”, afirma.
Renato cuenta que, como el hockey es amateur en nuestro país, los jugadores tienen que cubrir sus gastos: “Uno se compra la indumentaria: canillera, bucal y palo, este último es lo más caro y, además, no se consigue aquí. Se gasta mucho, pero si te gusta, vas a luchar por ello”.
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Expresa que el hockey necesita más apoyo estatal. “La única cancha disponible y reglamentaria es la que se encuentra en la Secretaría Nacional de Deportes y unos 15 clubes del país se turnan para usarla”, explica.
El delantero confiesa que si aparece la oportunidad de viajar al exterior para practicar esta disciplina, no dudaría en aceptar: “Estaría bueno ir a jugar hockey sobre césped y también de hielo en EE. UU. o Canadá; además, domino el inglés”. Asimismo, aconseja a los jóvenes que practiquen deportes. “Acérquense a los clubes de su preferencia, ya que es algo sano y aléjense de los vicios porque son perjudiciales para ustedes”, finaliza.
Por Dahiana Galeano (19 años)
