06 de junio de 2015 - 22:06
Un amor tan grande como el sol
Este artículo tiene 10 años de antigüedad La noche previa a la boda de Vanessa Codas Carrillo y Carlos Baravalle Servín había caído una tormenta furiosa. Sin embargo, la mañana del sábado 23 de mayo despuntó soleada, sin vestigios de la lluvia, y esto fue como una bendición, un regalo del cielo. Los novios marcaron cita para las 11:00, en la iglesia La Piedad. Feliz y emocionado, Carlos se presentó un poco antes, y, acompañado de sus seres queridos, aguardó a Vanessa, quien llegó a las 11:25, radiante como el sol del mediodía. Bajó del auto, asistida por su diseñadora, Emma Viedma, y se condujo sin prisa hasta el altar. Luego de dar el sí ante Dios, la pareja y todos los invitados se dirigieron al club Centenario de Surubi'i, donde brindaron por su inmenso amor.
Así fue
Ya en el club, los invitados disfrutaron del bufé internacional, encomendado a Delicias de mi tierra. La Vienesa hizo una imponente mesa de dulces, a tono con el estilo campestre de la celebración. Emma Viedma confeccionó tanto el vestido como el tocado de la novia. Belén Fernández, para DG Organizaciones, coordinó la velada.