Después de la presentación, el vals, la captura de la fotografía oficial, y todo el protocolo pertinente ya cumplido, el glamur se hizo baile al ritmo de Matías Lozano DJ, hasta que la banda Kchiporros irrumpió en escena y desató la euforia de los jóvenes. Estos vibraron al máximo cada minuto de su noche de graduación, la que, sin duda, atesorarán entre sus más valiosos recuerdos de juventud. Desireé Grillón, Event Planning & Consulting se mantuvo pendiente de los más mínimos detalles, y el catering residente elaboró el menú.
02 de enero de 2016 - 22:01
Un último vals como compañeros
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