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Si decide dejar de fumar no compre, transporte, encienda, ni lleve cigarrillos para otros. Si está en un grupo y comienzan a fumar, pida permiso y no regrese hasta que acaben.
No permita que otros fumen en su casa y empiece a limpiar sus pulmones.
El Dr. Gerardo Hasin Paciello, neumólogo, indica que “el tabaquismo afecta en distintas formas; el uso de tabaco por largo tiempo puede causar bronquitis crónica, que es la tos y expectoración del paciente por ciertos períodos de tiempo. Además enfisema pulmonar que destruye el pulmón; el paciente puede sobrevivir por mucho tiempo, pero la calidad de vida decrece”.
Incluso se encuentra la enfermedad más grave, “el cáncer del pulmón y de laringe. Hoy en día, con el aumento del hábito del tabaco, el índice es mayor tanto en hombres como en mujeres”, afirma.
Señala que “el tabaquismo es un vicio, así como la droga, o el alcoholismo. La forma en la que uno puede pelear ese vicio es con el autoconvencimiento, la ayuda psicológica y el apoyo de la familia, que es muy necesario”.
Aconseja el doctor “no fumar frente al que es vicioso, eliminar los ceniceros de la casa, y todo elemento que induzca al hábito. Tener ambientes limpios en el hogar, mejorar y fortalecer la parte psicoemocional en la familia, es decir, la interrelación entre los miembros”.
Recuerde que el fumador siempre busca un motivo para consumir el tabaco. “La causa es multifactorial, en la que se integran los nervios, la ansiedad o preocupación, por ejemplo. Si el padre fuma, por lo general, el hijo es también fumador; la influencia familiar está comprobada en este problema. También influyen cuadros psicoemocionales y existen patrones prevalecientes, como los depresivos, neuróticos; son personalidades que favorecen”, acota.
Su tratamiento
El Dr. Hasin Paciello refiere que “el primer intento de tratamiento es explicar al paciente los riesgos del tabaquismo, no solo en relación a él sino a las personas que lo rodean. Una vez que las enfermedades se instalan, también se presentan los gastos para el tratamiento, los medicamentos, etc. Se deberá tratar de persuadir para que el paciente se autoconvenza de dejar este mal hábito”.
Es importante abordar al paciente con una charla amistosa y tratar de convercerle, para dejar de fumar, ya que la calidad de vida de la persona fumadora se deteriora paulatinamente.
Recomienda que “después se tratará de involucrar a la familia, que es el soporte emocional principal, facilitar un ambiente familiar tranquilo, nada de reclamos, ni quejas. Posteriormente se recurre a las medidas farmacológicas, por ejemplo, a través de antidepresivos, para intentar suprimir esa ansiedad”.