El desgaste

La Dra. Cinthia González, odontóloga, afirma que a medida que pasan los años vemos que los dientes se van gastando; puede ser por el uso en la masticación o el envejecimiento, pero ocurren también desgastes dentarios patológicos como consecuencia de una inadecuada posición de los dientes, agravada por un cuadro de estrés o ansiedad, conocida como bruxismo. “Es el acto de apretar y rechinar los dientes y como consecuencia la pérdida de estructura dentaria en altura. La punta del iceberg es el desgaste del diente, pero es una patología que envuelve varios componentes musculares, nerviosos y articulares”, señala.

Indica que “otros desgastes de esmalte de los dientes pueden observarse a nivel del cuello dentario que es la zona donde se relaciona el diente con la encía, en esa zona el esmalte por acción de una fuerza excesiva va soltando micropartículas hasta llegar a formar unas canaletas o cuñas que debilitan el diente y que el paciente siente no solo al palpar sino presentan mucha sensibilidad cuando se ingiere algún alimento frío o cítricos”.

Agrega la profesional que “en casos más severos estos desgastes se tornan de color amarillo oscuro, por lo que el diente se vuelve bicolor. Es causada por la fuerza excesiva en el cepillado o por usar cepillos de cerdas inadecuadas (muy duras) o por hábitos como onicofagia (morderse las uñas) o el uso prolongado de medicamentos como ácido acetilsalicílico, bicarbonatos, entre otros”.

El aspecto de los dientes es como “carcomidos y porosos, es un tipo de desgaste llamado erosión y se observa en pacientes bulímicos, anoréxicos o pacientes con problemas gástricos como el reflujo”, acota.

Refiere la doctora que “ se observa en pacientes que consumen cítricos o bebidas cola de manera excesiva. Son lesiones crónicas que causan pérdidas irreversibles”.

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