La balsa operaba sin cumplir con los requisitos administrativos para su funcionamiento, por lo que se puede señalar que funcionaba clandestinamente. Además, en muchas ocasiones era manejada por niños y adolescentes sin ninguna medida de seguridad, dijo.
Aseguró que como dueño de la embarcación, el MOPC es el único responsable de controlar las condiciones de la nave.
“Contactamos con la Prefectura de Asunción y tampoco tienen registro de la balsa de Ñacunday. La embarcación ni siquiera cuenta con una matrícula”, indicó el capitán Gauto al ser consultado después de la muerte de cuatro personas que pretendían cruzar el río en la balsa.
Anunció que iniciarán una investigación para definir la situación de la balsa, ya que hace 18 años que funciona y jamás se informó a la Prefectura de la Base Naval.
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Por otro lado, desde su funcionamiento, la Municipalidad local se encargó de administrar el servicio de cruce de balsa. Sin embargo, no implementó un reglamento de seguridad, como la forma de descender del vehículo para cruzar, admitió el intendente Pedro Duarte (ANR).
El ministro de Obras Públicas, Salyn Buzarquis, como primera reacción anunció que la balsa nuevamente pasaría a la administración del MOPC.
El ministro Enrique Salyn Buzarquis reconoció que las balsas en casi todo el país son del MOPC, pero son administradas por las comunas, “que también deben encargarse del mantenimiento”.
“Vamos a intervenir. Lastimosamente tuvo que pasar esto (la muerte de una mujer y cuatro niños), pero de ahora en más vamos a recuperar el control de las balsas que pertenecen al MOPC, ya que esto demuestra que hay comunas que no se encargan del mantenimiento de las mismas”, expresó al día siguiente del trágico hecho.
Sin embargo, hoy, un mes después de la tragedia, autorizaría la habilitación del servicio de balsa a cargo de la comuna.