Paraíso del narco y el lavado

La corrupción en el Gobierno abonó el terreno para que en Paraguay florecieran el narcotráfico y el lavado de dinero. El 2018 vio aparecer nombres de poderosos criminales y hasta nos abrió las puertas de su mundo de horror y lujos.

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De país de tránsito a sede de poderosas bandas. Paraguay, por sus débiles controles, se convirtió en base de operaciones de estructuras que se dedican al tráfico de sustancias ilícitas. Sus protagonistas han acumulado tanto poder que los convirtieron en verdaderos riesgos para la seguridad nacional.

El caso que desestabilizó la confianza en el Gobierno  sin duda fue el de Darío Messer, el empresario brasileño íntimamente relacionado a Horacio Cartes que ahora está siendo buscado por la Interpol en todo el mundo por un multimillonario caso de lavado de dinero que incluyó a entidades de cambio y bancarias de Paraguay.

En mayo de este año, a pocos meses del final del mandato de Cartes, se destapó el escándalo. Messer empezó a ser buscado por la justicia brasileña tras hallarse suficientes pruebas que lo vinculan al caso Lava Jato, la mayor investigación por corrupción nunca antes vista en Brasil.

Las autoridades del Brasil apuntaron en el documento de causas contra Messer, el detalle de movimientos bancarios, giros, empresas, bancos y las casas de cambio que usó en nuestro país, gobernado por su “amigo del alma” Horacio Cartes, para lavar enormes cantidades de dinero proveniente de fuentes ilícitas . La empresa Yrendagué Cambios, de CDE (Paraguay), es una de las que fue utilizada, según las sospechas.

Brasil lo acusa de “Promover, constituir, financiar e integrar personalmente una organización criminal que tenia por finalidad la práctica –de entre otros crímenes- de evasión de divisas, contra el sistema financiero nacional y corrupción activa y pasiva, así como lavado de recursos financieros derivados de esos crímenes y de los recursos utilizados para pagar sobornos indebidos a agentes públicos”.

Messer operó en Paraguay en compañía de un familiar del ahora exmandatario, Juan Pablo Jiménez Viveros Cartes, su primo. La investigación en su contra empezó cuando intentó efectivizar dos cheques de las empresas de Messer en Paraguay, Matrix SA y Chai SA, en el Banco Nacional de Fomento (BNF) cuando el doleiro ya estaba siendo buscado por las autoridades paraguayas y brasileñas.

Actualmente se encuentra preso, junto al administrador de dichas empresas, Ilan Grinspun, procesados por los hechos punibles de Lavado de Dinero y Asociación Criminal. De Messer, quien ahora está vinculado a delitos cometidos en Brasil desde al menos la década de 1990, sigue en la clandestinidad.

Cuando la atención sobre el caso se diluía, se reveló que Messer pudo haber sido uno de los compradores de los bonos soberanos del Tesoro, es decir el escándalo tomaba un giro inimaginable: El estado paraguayo le podría estar debiendo dinero a uno de los hombres más buscados del Brasil.

De acuerdo a los datos que obtuvo la comisión de investigación del Congreso, el dinero que Messer introdujo al país fue utilizado en parte para adquirir los bonos. La Seprelad ignoró los US$ 50.000.000 que Darío Messer transfirió a sus cuentas bancarias en nuestro país.

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En noviembre de este año fue extraditado a los Estados Unidos Nader Mohamad Farhat (43), ciudadano de origen libanés quien cayó detenido en Ciudad del este a mediados de este año. Era buscado por la justicia estadounidense por blanquear dinero a través de varias casas de cambio en Paraguay.

De manera frecuente, miembros de su organización enviaban desde Paraguay entre US$ 250.000 y 1.400.000 a Estados Unidos y países de Asia y Europa. El dinero es proveniente del narcotráfico y se lavaba por medio de las casas de cambio desde donde se hacían las transacciones.

Las investigaciones que permitieron la detención del extranjero permitieron identificar algunas de las casas de cambio desde donde operaba, Cambios Unique SA; una, ubicada en la galería “Jebai Center” y la otra también en el microcentro de Ciudad del Este. Durante los allanamientos se incautó suma de 1.338.000 dólares, que ahora está bajo la administración de la Seprelad.

La justicia de Estados Unidos lo requirió por una serie de transacciones irregulares realizadas desde noviembre de 2014 hasta diciembre de 2015.

El negocio del narcotráfico genera daños colaterales que van mucho más allá de la venta de estupefacientes. Hombres fuertes de temibles estructuras operan en el país y han dejado claro que no tienen límites.

Marcelo Pinheiro Veiga, alias “Piloto” en noviembre acaparó la atención de todos.

En nuestro país el brasileño cayó por un caso de producción de documentos de identidad de contenido falso, un hecho punible menor, pero sus antecedentes ameritaban su reclusión en la Agrupación Especializada. Fue uno de los hombres más importantes del temible Comando Vermelho y brazo derecho del narcotraficante Fernandinho Beira Mar. Era requerido por el Brasil para compurgar una pena de 26 años, por la cual le restan 15 años de encierro, por un asalto sangriento que cometió en el vecino país en la década de los 90.

En medio de incesantes intentos por evitar su extradición, Pinheiro Veiga incluso pidió a las autoridades paraguayas que lo investigaran por crímenes como homicidios, tráfico de armas y tráfico de drogas, y que además se lo lleve a juicio oral y público, esto por medio de una inexplicable conferencia de prensa que contó con el visto bueno de la Policía Nacional. Todo lo realizó para permanecer en Paraguay, ya que aún estando recluido en la Agrupación Especializada, el recinto más seguro del país - en teoría - gozaba de innumerables privilegios.

El 24 de octubre se produjo el hallazgo, por primera vez en Paraguay, de coches bomba, que iban a ser empleados en un salvaje plan de rescate al narco Piloto. La policía se enfrentó a un grupo de criminales que custodiaban y preparaban los rodados, lo que terminó con la muerte de tres de ellos.

Su último recurso para frenar su extradición y el más hórrido de todos fue en la siesta del 17 de noviembre: Asesinó a Lidia Meza Burgos (18), quien había ido a visitarlo en su celda. Lo hizo buscando que le abrieran un proceso por homicidio doloso.

Este brutal crimen tuvo un efecto adverso para el narco. El presidente Mario Abdo Benítez ordenó su inmediata expulsión del país, que se concretó en la madrugada del 19 de noviembre. Actualmente se encuentra en la Prisión de Máxima Seguridad de Catanduvas, estado de Paraná, Brasil. Actualmente se expone a una pena de al menos 41 años de cárcel teniendo en cuenta todos los crímenes que se le atribuyen.

Reinaldo Javier Cabaña, alias Cucho es otro de los presuntos narcos que saltó “a la fama” luego de ser descubierto en setiembre. Se presume que era uno de los principales proveedores en Alto Paraná de cocaína al Brasil. Su mercadería sería de origen boliviano, colombiano y peruano y de acuerdo a las investigaciones, tiene contactos con el peligroso grupo Primer Comando da Capital (PCC).

Cucho está recluido en la Agrupación Especializada mientras se lo investiga por tráfico de drogas, provisión de medios de transporte para el narcotráfico, asociación criminal, comercialización y lavado de dinero.

La nota que más llamó la atención sobre la situación de Cucho fue sin dudas su cercanía con un legislador nacional, el diputado Ulises Quintana (Añetete, ANR), quien aportó otra arista a la polémica, admitió haber usado automóviles de Cucho durante su campaña proselitista, pero dijo que desconocía que se dedicaba al narcotráfico.

El legislador utilizaba una camioneta Toyota Land Cruiser modelo 2008, la cual fue entregada a las autoridades luego de la detención de Cucho.

El presunto narco tiene otras relaciones cercanas con la política. Pedro Aricio Moreira Curtido, miembro de la Seccional 6 de Ciudad del Este. Moreira es propietario de moteles en el este del país, casualmente el mismo negocio en el que Cabaña también incursiona.

La concejala departamental de Alto Paraná, Mabel Otazú viuda de Medina (PLRA) es otra figura que se vio involucrada con Cucho Cabaña. En su vivienda se encontró una lujosa camioneta Audi que supuestamente era utilizada por su hija, Azucena Medina, quien aparentemente tenía una relación sentimental con el líder de la banda de narcotraficantes.

Si bien fue extraditado a finales del 2017, las consecuencias de la caída de Jarvis Chimenes Pavão se extendieron durante todo este año. Es considerado como uno de los narcotraficantes más poderosos e influyentes de la frontera, pero su captura desató una guerra por controlar el negocio de la droga en Amambay y su zona limítrofe con Brasil.

Pavão, cumplió una condena de 8 años de cárcel en Paraguay y luego fue extraditado al Brasil el 27 de diciembre del año pasado para cumplir las condenas que tiene pendientes con la Justicia de esa nación. En octubre de este año fue condenado en su país a 13 años y 5 meses por tráfico de drogas.

En octubre de este año la estancia “4 Filhos”, y otras propiedades que pertenecían al capo narco, en el departamento de Concepción, fueron oficialmente transferidos al Estado Paraguayo. Sus inmuebles están valuados en 6 millones de dólares.

A inicios de este mes, las fuerzas policiales de Paraguay y Brasil decretaron alerta máxima en la frontera a raíz de informes de el jefe del Primer Comando da Capital (PCC) conocido como “Minotauro” querría acabar defintivamente con el clan Pavão en Pedro Juan Caballero.

Aproximadamente 30 miembros del poderoso grupo Primer Comando da Capital (PCC) convirtieron en un campo de batalla la zona urbana de Ypejhú, Canindeyú, donde atacaron con ametralladoras y granadas propiedades del clan Alderete, que comanda el tráfico de droga en la zona.

Durante el festival de destrucción, los criminales destrozaron tres propiedades de la familia Alderete e incendiaron 18 rodados en total.

El objetivo era acabar con Diego Zacarías Alderete, sobre quien pesa una orden de captura internacional, según los investigadores. Este hombre sería el principal traficante de marihuana de la zona después de la caída del exintendente local, Vilmar “Neneco” Acosta Marques, condenado a 39 años de prisión por el asesinato de Pablo Medina, corresponsal de ABC Color.

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