Belleza que emula al cielo

Rodeada de la inigualable belleza natural de Ypacaraí, la iglesia Madre del Buen Consejo se erige como una joya arquitectónica única en el país, cuya construcción fue hecha íntegramente por manos paraguayas.

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“Atraer a las personas a Dios por medio de la belleza” es objetivo de los Heraldos del Evangelio, que meses atrás inauguraron su majestuoso templo en Ypacaraí. La imponente iglesia apostada en el kilómetro 44 de la Ruta 2 es un atractivo imperdible para los que visiten esta ciudad.

El domingo 7 de octubre del año pasado la Iglesia de la Madre del Buen Consejo, situada en el predio de los Heraldos del Evangelio en la Diócesis de San Lorenzo, celebró su primera misa con la asistencia de cientos de fieles. La construcción inició en el 2014 y cuatro años después fue inaugurada.


El recinto está ubicado en de Ypacaraí, rodeado de una robusta naturaleza y un lago artificial construido para resaltar la belleza del entorno. En el terreno, que mide una hectárea, se apostan el majestuoso templo y el complejo educativo, que servirá de hospedaje para los seminaristas y sacerdotes de la orden.

La edificación fue un trabajo desarrollado por ingenieros y arquitectos que simpatizan con la congregación, quienes siguieron el diseño creado por Monseñor João Scognamiglio Clá Dias, fundador de la orden.

“El monseñor fue indicando todas las formas y los símbolos que quería que fuesen puestos aquí, en la Casa de Dios”, mencionó el hermano heraldo Marcelo Illescas.

Los directivos de la organización no mencionan cuál fue la inversión monetaria requerida para la edificación, pero sí aseguran que fue financiada con fondos recaudados mediante donaciones y que la obra fue totalmente realizada por paraguayos.

“Milagrosamente se va cumpliendo el sueño de tener esta maravillosa iglesia, humanamente imposible por el costo elevado. Pero fuimos encontrando gente caritativa que se comprometió y nos donaban”, comentó Carmen de Arce, presidenta del Comité Pro-iglesia en Ypacaraí.

“Hoy en día hay tanta gente que necesita una orientación espiritual, una palabra, un buen consejo. Es por eso que con la ayuda de innumerables personas levantamos esta iglesia en honor a la Virgen del Buen Consejo”, indicó. También explicó que la finalidad de este templo es acercar a los sacerdotes y los hermanos a la gente para que pueden hablarles de Dios.

Cada detalle de la construcción tiene un propósito indispensable en el esquema ideado por el padre Clá Dias. Según lo expresado por el hermano Illescas, el templo es de inspiración gótica, a la que incluyeron colorido para emular la belleza del cielo.

Los Heraldos indican que la exuberancia de la construcción es para la gloria de Dios, por lo que sus dimensiones y recargados ornamentos son apropiados e incluso necesarios. “Sí así de bonita es la iglesia, ¿cómo será el cielo?. Si una iglesia aquí en este mundo, que es muy difícil, en el que a veces nos sentimos separados de Dios, es bonita pues el cielo será mejor. La belleza de esta construcción es una evangelización para que la gente comience a pensar más en el cielo”, señaló Illescas.

La estructura está formada por 4 naves: tres dispuestas de forma lineal y una transversal, siguiendo el modelo de la cruz latina, comunes en las iglesias románticas. Mide en exterior 40 metros de largo y 20 metros de ancho, la altura del punto máximo de la bóveda hasta el piso es de 12 metros. Tiene numerosos ventanales de cristal que permiten el ingreso de la luz.

En el interior mide 30 metros de ancho por 12 de largo, con capacidad de albergar hasta 800 personas. La altura aún no se puede precisar, pues la obra sigue en construcción.

También tiene cuatro torres que alcanzan una altura de 20 metros aproximadamente y el pórtico está formado tres arcos góticos con puntas hacia el cielo.


“Los arcos son puntas como flechas para estar continuamente apuntando hacia arriba, remitiéndose hacia arriba”, comentó Illescas.

La nave central es amplia y luminosa, allí están colocados los bancos de madera lustrada donde se ubican los feligreses durante la misa. Dispuesto como una alfombra, en el centro se observa un piso de mármol con diseños de tribales y flores mientras que en los laterales el piso es de mármol y granito. La bóveda está formada por arcos apuntados y pilares esbeltos, revestidos de azul con incrustaciones de estrellas doradas, emulando el cielo. También tiene capiteles y puntales pintados en ocre y oro.

“El techo imita el cielo, porque una de las finalidades del estilo gótico de esta estructura es hacer que las personas piensen más en el cielo. Que las personas sepan que la meta de esta vida no es la tierra, sino el cielo”, acotó Illescas y recalcó que el hecho de tener el techo revestido de estrellas recuerda la finalidad última de todos, que es el cielo.

Los vitrales son de gran preponderancia, estos dejan entrar la luz, de una forma sublime, un símbolo la presencia de Dios, como lo describen los hermanos de la congregación.


Las naves laterales también tienen arcos apuntados de color dorado, con capiteles en el mismo tono. De forma estética las paredes fueron recubiertas con ilustraciones de momentos significativos del evangelio, como el Sermón del Monte, la Última Cena, el Descenso de Jesús de la Cruz, entre otros. Estas son réplicas de obras de destacados artistas católicos. Las pinturas tienen la finalidad de ayudar a las personas en la oración, a entrar en un clima de recogimiento y piedad, según expresan los religiosos.


También fueron ilustrados ángeles, rodeando cada rincón del templo. Los mismos son reproducciones de Fra Angélico. “Se preguntarán por qué hay tantos ángeles. Eso es porque Dios quiso que en la creación hubiese ángeles que son aquellos que nos unen con lo sobrenatural. Es para recordarnos que ellos están entre nosotros y nos acompañan”, puntualizó el hermano Illescas.

En el altar de la iglesia sobre el Santísimo Sacramento, está erigida una réplica del fresco de la Madre del Buen Consejo. También hay una imagen del Niño Jesús, otra de la virgen de Fátima y San José.

 


Un balcón oval sobre el pórtico principal fue dispuesto como espacio especial para que los coros, el de niños y adultos, intervengan con sus cánticos durante las celebraciones eucarísticas.

El recinto aún no es una parroquia, por lo que todavía no se ofrecen todos los sacramentos. Dependiendo de las necesidades de la congregación a futuro irán incorporando otros servicios para los feligreses.

 

En honor a la Madre del Buen Consejo

“Ella es cariñosa, es dadivosa; ayuda, protege, acaricia, perdona, restaura, bendice, calma las tempestades, resuelve lo insoluble, socorre en todos los peligros, defiende de todos los enemigos” son las palabras con las que Monseñor João Scognamiglio Clá Dias describe a la virgen a la que fue consagrado el templo de los Heraldos en Ypacaraí.

Esta virgen, que es venerada en el mundo por millones de católicos, tiene una historia de milagros y bondad, según relatan los religiosos.

La advocación mariana de la Iglesia Católica tiene sus orígenes en el siglo XIV. Cuentan los devotos que en ese entonces cuando Albania se encontraba en grandes dificultades por la invasión turca, los soldados se arrodillaban y rezaban ante un fresco de la Santa María de Scutari. En una ocasión cuando los albanos creían inminente el sometimiento, la virgen del fresco se apareció en sueños a unos soldados y les ordenó que la acompañen en un viaje.

Luego de esto, en una mañana en la que se encontraban rezando ante la imagen, esta se desprendió del muro en el que estaba colgada y en medio de una nube blanca flotó hacia el mar. Perplejos ante esta situación los soldados recordaron su sueño y decidieron seguir a la virgen en su trayecto. Esta fue volando y a su paso cruzó el mar Adriático, por el que también cruzaron los soldados bajo cuyos pies el agua se convirtió en diamantes, volviendo a su estado natural luego de su paso.

Para sorpresa de estos hombres de fe, según narra la leyenda, en la pequeña ciudad de Genazzano cerca de Roma, una mujer de nombre Petruccia de Nocera se había encargado de restaurar una vieja iglesia por orden de la misma santa. Este fue el sitio donde fue a parar la imagen que escapó de Albania.

Cuando las noticias sobre este milagro llegaron al Papa Pablo II este envió a dos investigadores a constatar lo ocurrido y estos corroboraron el hecho. También verificaron que en los primeros 110 días desde de la llegada de la virgen a Genazzano se registraron 161 milagros atribuidos a la misma.

Los cuantiosos milagros que le asignan a esta virgen, motivaron a los religiosos de esta orden a adoptarla como patrona y dedicarle un predio en Ypacaraí.


Código de vestimenta

“Esta es la Casa de Dios y de la Santísima Virgen. Así, la moral determina el recato en el uso de la vestimenta”, reza un cartel colocado en la entrada de la iglesia Madre del Buen Consejo, como un recordatorio a las damas y los caballeros de que no pueden ingresar a la iglesia vestidos de una forma en la ellos consideran inapropiada. Ejemplo de esto es que a las mujeres que van con remeras sin mangas o escotadas, le colocan una estola para cubrir su busto. Para los hombres rige una medida similar.


Horarios

La iglesia Madre del Buen Consejo puede ser visitada durante por todos aquellos que la quieran conocer. Está abierta al público de miércoles a domingo de 9:00 a 17:30.

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