Los Gómez cantan a Francisco

26 años atrás, le cantó -con sus hermanos- a Juan Pablo II. Único integrante original vivo de los recordados Los Gómez, el guaireño Mario Gómez presenta esta vez una canción dedicada al papa Francisco.

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Nadie olvida los versos que recibieron para el papa Juan Pablo II, aquel mayo de 1988. Siquiera sin proponérselo, Gracias, Su Santidad se convirtió en un verdadero emblema para los fieles católicos que vivieron aquellos días con peculiar intensidad.

Desde Villarrica, el autor de la obra fue Miguel Gómez, artista fallecido en 2005, a los 44 años, a raíz de un infarto. Junto a sus hermanos Miguel, Américo y Maelo, integraba la agrupación Los Gómez.

Apenas pocos minutos demoró el autor para escribir la canción, en su querida Villarrica natal. "Estábamos juntos, fue en 15 minutos", dice hoy su hermano Mario “Tesorí” Gómez, único sobreviviente del grupo. "Él ya entró con papel en la pieza, y cuando salió llego así... es el Espíritu Santo que vino, le pasó la melodía y la letra. '¿Qué te parece que podemos cambiar?', me dijo. '¿Qué lo que vamos a cambiar, si ya está todo hecho'", le respondió.

Fue así como -junto a Miguel, Américo y Maelo (sus hermanos ya fallecidos)- Mario colaboró con arreglos a la composición original. "Lo que hicimos entre los cuatro fue darle un marco, un arreglo adecuado para el tema. Pero este señor (su hermano Miguel) se inspiró de una forma tan... increíble. Tuvo un auxilio tan grande del más allá, digo yo". Para el músico guaireño, la única fuente de inspiración posible es el Espíritu Santo. "Vino y le chorreó en la mente ideas, frases... y compuso la canción en tan solo 15 minutos", recalca.

Actualmente, Mario Gómez tiene 64 años, y lleva una vida abocada a la enseñanza musical, a través de su propio conservatorio en la capital de Alto Paraná. "Sigo enseñando, tengo un gran coro, una escuela de música muy linda, muy grande y feliz. Fundé dos colegios -Colegio Sembrador y Colegio Católico El Redentor-. El año pasado nos jubilamos y ahora me dedico directamente a la docencia en lo artístico y la actuación", comenta sobre sus actividades en la actualidad.

Para Gómez, recordar esa histórica canción le produce sentimientos tan hondos que -paradójicamente- le duele expresar. "Para mí, abarca un antes y un después de mi carrera musical, como persona y otras cosas. Que mis tres hermanos cantaron conmigo ya no están en este mundo... Yo soy el único sobreviviente del grupo original de Los Gómez, por ello para mí no es muy grato hablar de Gracias, Su Santidad", confiesa.

Que aquellos versos conserven vigencia, para él es "una certeza" de que logró permanecer en el camino correcto. "Mi vida ha crecido muchísimo en lo espiritual, y estoy agradecido en el Señor en este encuentro con el -hoy en día- San Juan Pablo II y, como músico, de haber participado para ofrecerle al Paraguay y al mundo entero esta canción", señala.

Pero, ¿qué pudo tener aquella pieza que caló tan fuerte en la comunidad católica entera? "Tiene unos ingredientes o componentes -musicalmente hablando- que hacen fácil a quien la escucha recordarla. Es una música de amor, una música de admiración hacia una persona buena", dice. "Todos sabemos que, en vida, Juan Pablo II fue un gran hombre, un gran luchador por la humanidad... no solamente para los católicos, sino para todo sus hermanos de la especie humana".

Entre los hechos anecdóticos que atesora en sus recuerdos, el artista recuerda especialmente la fascinación de Juan Pablo II con la canción que le interpretó con sus hermanos en Paraguay. "Cuando ofició la misa central se la cantamos, y volvió a pedirla. Después de cuatro días de volver a Roma, llama al obispo de Villarrica: nos invita a ir a Roma y los cuatro integrantes originales -más cuatro hermanos que eran músicos-, ocho hermanos varones nos fuimos y le cantamos", recuerda.

Era julio del '88 y, sin dudas, fue el viaje más importante de sus vidas. "Fue el 17 de julio. Fuimos recibidos por él, para conocer Roma durante diez días". Si bien ya habían viajado a la capital italiana alguna vez por cuestiones laborales, esa fue su primera vez en el Vaticano. "Esos 10 días fueron para nosotros de transformaciones profundas. Te puedo decir que fue la mayor experiencia en mi vida", asegura.

De su aventura romana, remarca especialmente el emocionante encuentro que logró mantener con Juan Pablo II. "Lo más lindo que me sucedió fue haberle conocido: haberle estrechado la mano y que él me haya abrazado y besado en la mejilla izquierda".

Siguiendo la tradición familiar, don Mario Gómez lleva adelante su proyecto musical, ya con el nombre Los Gómez Internacional. Acompañado por voces amigas y artistas paranaenses varios, el autor presenta esta vez una canción para el papa Francisco. El tema se titula Mensajero de la Alegría y de la Paz, un track que supera los cuatro minutos de duración, con una interesante fusión de géneros.

"Es una hermanita de Gracias, Su Santidad", asegura Gómez, cuyo track acaba de editarse en un disco en conjunto. "Es una canción hermosa que tiene la misma fuerza", dice. "Hemos empleado en esta canción cuatro ritmos: una guarania, una polca -cinéticamente bien sincronizada- un rock latino y, homenajeándole al Papa, una partecita con un tango elegante; luego volvemos al rock latino", reseña.

Con un título inspirado en el lema oficial de la visita del papa Francisco al Paraguay, la canción sintetiza -especialmente- el "auxilio, ayuda, socorro" que por estos días grita la sociedad paraguaya. También se refiere a la visita del Papa como un gran anhelo cumplido. "Es un pedido de socorro porque nuestro país está pasando por un momento difícil, muy especial", explica el autor. "Mucha violencia, un desamor increíble y, por sobre todas las cosas, hemos abandonado el estilo de vivir dentro de las buenas costumbres. Nuestra canción sirve para pedir, con humildad, al Santo Padre, que nos ayude a reencontrar ese camino seguro".

Mientras otras 85 canciones competían por convertirse en el himno oficial -el tema ganador fue Gracias, Santo Padre, compuesto por Christian Arzamendia e interpretado con su agrupación Nazarenos-, Gómez no llegó al plazo establecido para presentarse, en realidad... por un descontento con sus composiciones iniciales. "No estuve contento con las canciones que procuraba sacar", reconoce. "Hice siete diferentes canciones, pero no me llegaban a convencer para presentarme. Y fueron pasando los días, hasta que justito la canción a mí me salió el jueves... y el sábado se abrían los sobres. No pudimos concursar", acota.

De todas formas -después de grabarla y a principios de mes- hicieron un lanzamiento oficial en la Iglesia Catedral de Ciudad del Este. "Queremos poner a consideración de la gente porque creemos que vale la canción", subraya, sin pretender una falsa modestia. Para él, mientras más canciones se escriban para el Papa -se llevan más de 100 presentadas-, mejor. "Me encanta que el pueblo pueda expresarse a través de versos de amor, admiración y respeto", reflexiona.

Mensajero de la alegría y de la paz, su canción para el papa Francisco, fue grabada en un álbum que incluye el clásico Gracias, Su Santidad, entre otras composiciones -de otros artistas- para el papa Francisco y canciones varias del cancionero popular. El disco se encuentra a la venta en Asunción en el local de Cerro Corá Discos, ubicado en Brasil 664 entre Herrera y Azara.

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