Quiere subir con el Parma

Walter Rodríguez es un jugador paraguayo joven que se está asentando en el Parma, club que milita en la Serie D de Italia. El volante está ganando minutos, llegó a capitanear a su equipo y aguarda con llevarlo a la Serie A.

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Solo meses atrás el Parma Football Club militaba en la Serie A, la máxima categoría del fútbol italiano. Los problemas económicos provocaron la desaparición del club que días después, con una cúpula dirigencial renovada, adoptó el nombre de Parma Calcio 1913.

Pero en el campo de juego son once los que se encargan día a día de dar su aporte para salvar al club llevándolo nuevamente a la categoría principal y entre ellos está un paraguayo. Se trata de Walter Rodríguez, un joven mediocampista que así como el Parma, quiere conseguir el salto importante.

Rodríguez dejó este año su natal Luque para probar suerte en Italia y actualmente está viendo los frutos de su esfuerzo. Luego de dejar el Sportivo Luqueño, donde debutó, y de quedar parado durante unos meses, nació la posibilidad de hacer unas pruebas en el país tano.

Primero se probó en el Virtus Entella, un cuadro que está en la Serie B. Walter cuenta que llegó cuando el equipo ya estaba armado. Entonces, surgió otra chance: el Parma. Luego de unos entrenamientos, el paraguayo logró ganarse el visto bueno del club y así se quedó.

Al principio no fue fácil. Luigi Apolloni, exmundialista con Italia y actual técnico del conjunto parmesano, solo lo tenía en la banca de suplentes, atendiendo que en el sector medio del Parma era ocupado por hombres con más experiencia. Rodríguez se dedicó a trabajar con ganas de demostrar lo que sabe y con el hambre necesario para ganarse un puesto.

Así fue que la lesión de uno de sus compañeros le permitió mostrarse en un partido de local. El volante comenta que no bien entró, casi marcó un golazo de media distancia. Su equipo ganó el partido y él dejó una buena impresión.

Lejos de ser una metáfora, el club es su casa. Rodríguez vive en las instalaciones del cuadro parmesano junto con otros compañeros. La buena suerte hizo que se hiciera amigo de un italiano que tiene por esposa a una paraguaya y que, de vez en cuando, no extrañe la deliciosa comida guaraní.

En el Sportivo Luqueño se acostumbró a dar saltos importantes. Señala que en la escuela de fútbol llegó a jugar en categorías mayores a la suya y que algo similar le sucedió en las formativas.

“Empecé en Luqueño desde los ocho años. Hice toda la escuela de fútbol. Empecé en una categoría mayor”, manifiesta. Para la Sub 15 “me fui a Olimpia. Estuve un año sin jugar porque Luqueño no me quiso dar el pase. Me dijeron que tenía que esperar seis meses. Pasaron esos seis meses, se cerró el libro de pases y no pasó nada”, recuerda.

Retornó al conjunto auriazul y “comencé a jugar en la Sub 16”. Rodríguez señala que el técnico de la Sub 16 también entrenaba a la Sub 20 por lo que luego jugó muchos partidos en esa categoría.

Apunta que cuando de la Sub 18 tuvo que pasar a la Sub 20, “pasé directamente a la Primera”. En aquel entonces, Alicio Solalinde comandaba el equipo que luchaba por no descender.

Walter relata que no logró debutar en esa temporada y que recién pudo hacerlo en la siguiente, cuando Pablo Caballero dirigía el plantel. “Él miraba los partidos de la Reserva. Comenzó a llevarme como suplente unos seis juegos antes de debutar contra Deportivo Capiatá”, rememora.

Con Eduardo Rivera al frente y ante la falta de oportunidades, Rodríguez decidió buscar nuevos horizontes en Italia.

Como todo jugador paraguayo, estar en el combinado nacional es un sueño. De hecho que el volante ya había intentado fichar por un club italiano el año pasado pensando en el Sudamericano Sub 20 que se llevó a cabo este año.

Rodríguez no llegó a cerrar con la Reggina porque “Luqueño pidió mucha plata por mi pase, y no hubo caso”. No obstante, ahora en el Parma aguarda seguir “teniendo más minutos”.

“Ojalá pueda subir y seguir acá. Mejor sería si puedo llegar a la Serie A con el Parma”, subraya el volante paraguayo que en un cotejo ya le tocó ser capitán. Rodríguez comenta que portó el brazalete ante la ausencia del experimentado Alessandro Lucarelli, futbolista que por amor al club decidió continuar en el Parma pese al descenso.

Y así como dio pasos importantes en las inferiores, al mediocampista guaraní le “está tocando dar saltos muy grandes”, ya que a su corta edad se encuentra en un cuadro europeo. Si bien no está en la categoría principal del fútbol italiano, se trata de un equipo que en su mejor momento conquistó dos Copa de la UEFA. El Parma busca renacer, y Rodríguez ve en esta idea una importante chance para convertirse en un gran profesional.

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