“Más que nunca hay que ser agradecidos por cada segundo de vida. Hay que seguir adelante con fuerza, optimismo y gratitud, porque la gratitud hace que todas las fuerzas se potencien”. Eso fue lo que dijo un emocionado Dani Meza, quien saltó a escena con mucha energía y calidez, al igual que sus compañeros de banda Luis Duarte (voz y guitarra), Rodrigo Pereira (acordeón), Beto Barrios (batería) y Ariel Escurra (bajo).
Este retorno al escenario, luego de cinco meses de no tener espectáculos, estuvo marcado por la emoción como también por una notable calidad musical. Tierra Adentro hizo un recorrido por Latinoamérica a través de canciones como “El Negro José” o “El humahuaqueño”, en las que tuvo una participación Rodrigo Pereira Jr. en la flauta; una exaltación a la música paraguaya pero con un toque muy propio, con temas como “Chokokue kera yvoty” o “Causa ne ñaña”. La voz de Susan Zaldívar se hizo presente para “Puerto Tirol” y “Paloma blanca”.
Pero también sonaron temas propios, como “La cigarra”, “Fiesta patronal”, “Viajando voy”, con los que el grupo reafirma que es consciente de la importancia de trazar su recorrido sobre canciones originales. Sumado a eso, el compacto sonido que logran como también la personalidad propia que imprimen en sus arreglos, que a veces pueden ir desde lo jazz hasta un espíritu bastante “heavy”, hacen que sea una banda preeminente en la escena.
El grupo domó así a las fieras de cuatro ruedas que llenaron el espacio denominado Auto Teatro Show. Las bocinas podrían resultar estridentes, pero hasta supieron sacar provecho de ello e hicieron que acompañen o marquen el ritmo. No obstante, la gente no se contuvo y bajó de los vehículos (con tapabocas y sin formar aglomeraciones) a bailar frente a sus vehículos, o bien algunos se sentaron en sus ventanas cantando y revoleando lo que tenían a mano.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Tierra Adentro puso así mucho más que un broche de oro, porque pudo hacer disfrutable un momento en que pensar en celebrar algo puede resultar difícil, ya sea por el contexto que estamos atravesando, como por lo descuidada y olvidada que se encuentra la ciudad de Asunción en muchos sentidos. El arte de la banda fue así el antídoto para calmar los males aunque sea por unas horas.
En las primeras horas de esta celebración actuaron también la Banda y el Ballet Folklórico Municipal; algunos integrantes del Ballet Clásico y Moderno Municipal, quienes presentaron cuadros de inspiración folklórica al son de “Che trompo arasá” o “Recuerdo de Ypacaraí”.
La Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Asunción (OSCA), dirigida por Luis Szarán, a su turno llevó a la gente a “volar” con la música inspirada en aves de nuestro país como “Piririta”, “Chirikoe” y “Avecillas”. También cantó Andrea Valobra, quien emocionó con “Paraguaýpe”. Luego, la Jazz Band de la Policía Nacional, bajo la batuta de Óscar Barreto, calentó los motores del baile haciendo un paseo por ritmos musicales del mundo.
Hubo mucha asistencia de público que canjeó sus entradas por alimentos no perecederos.