“La Mexicana fue como un pequeño acto de rebeldía contra muchos años de sentir que estábamos todos –por lo menos en el mainstream– siguiendo las tendencias que venían de ciertos lugares, cuando cada lugar tiene lo propio. Y son lindas las tendencias, son ‘cool’, pero ¿por qué tenemos que todos ser espectadores? si cada tierra tiene su propia cosa que dar”, es lo que expresó la cantautora en una entrevista exclusiva con ABC Color y en la que manifestó su deseo de poder llegar con su música a nuestro país cuando la situación mundial mejore.
Paty Cantú, quien se estrenó como solista en 2008 con su primer álbum “Me quedo sola”, armó su camino propio a base de un latin pop enérgico y con personalidad. En su trayecto lanzó más álbumes de estudio como “Afortunadamente no eres tu”, “Corazón bipolar” o “#333”, entre más discos en vivo, y colaboró con artistas como Juan Gabriel, Alejandro Sanz, Luciano Pereyra, Fanny Lu, Luis Fonsi, Morat y muchos más.
Ahora se encuentra abocada en la promoción de lo que será su nuevo disco de estudio llamado también “La Mexicana” y del cual se desprende este nuevo sencillo homónimo, y en cuyo videoclip participan artistas como la rapera Hispana y la drag queen Valentina, reconocida por haber participado en el reality show “RuPaul’s Drag Race”.
Cantú mencionó que quiso traducir esa “diversidad” también al video. “Quise convertir eso en una fotografía, así el mundo ve lo que es México y también México ve lo que es México, porque la discriminación contra la que luchamos en Hispanoamérica y en el mundo creo que tiene que ver con esa autodiscriminación”, reflexionó.
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La artista indicó además que otro de sus objetivos con esta canción fue el de expresar: “Mira cómo la mujer latinoamericana, o la mujer en general, es fuerte. Porque nos la hemos visto con todo tan difícil que nuestro dolor es parte de esa fuerza que todo el mundo ve y admira, por eso es que escogí a Hispana, rapera mexicana, para que hiciera esta colaboración, por eso le pedí que se dejara mostrar embarazada”.
En cuanto a Valentina, agregó que la escogió porque ella insiste en que le “encanta” mostrar lo bello y para ella belleza significa diversidad. “Valentina (hija de padres mexicanos) es mi amiga y creo que representa tanto al mexicano o a la persona que se va de casa, pero conserva sus raíces. Representa también, obviamente, a la comunidad drag”, pronunció Paty, quien también enfatizó que con esta clase de hechos “la música puede traer educación”.
“La verdad es que quería hacer como un himno moderno de México, ya que tiene una parte tradicional en la música, pero también suena bien modernizado. Es una combinación de cosas actuales, y quiero mostrarle al mundo que uno debe mostrarse con orgullo de donde sea”, subrayó.
La canción, así como muestra una diversidad en cuanto a cómo los seres humanos somos, pasa también por el lado de la diversidad musical, algo que Paty explicó como un viaje musical y rítmico.
- Si bien “La Mexicana” es pop, tiene beats de reggaeton pero también mucha identidad propiamente mexicana ¿Cómo fue explorar toda esta mezcla?
Tenía ganas de hacer eso desde hace tiempo. Cuando nació la idea, en esa semana en particular me quise salir de mi zona de confort y darme esta sensación de “a ver qué pasa”. Te voy a confesar, fue terrible, llegaba a los estudios y había dos o tres hombres quienes se sentaban a hacer la canción sin voltear, y yo estaba como: “ah, claro, se tiene la idea que muchas veces las cantantes mujeres tienen el crédito porque son las intérpretes y no hacen nada”. Ni siquiera se tomaron la molestia de averiguarlo. Así que esa semana fue complicada. Yo llegaba y decía: “quiero hacer algo que tenga trap pero también cumbia, o tal cosa”, y me contestaban: “pero tu eres una artista mainstream y lo único que funciona son reggaeton o baladas”. Entonces el último día llegué con este otro equipo de gente donde la mayor parte eran mujeres, y un hombre (risas), una de ellas cuando dice a todos: “ey, ella sí compone, sí sabe lo que quiere”. Entonces entré, me planté y dije: “para que la canción muestre diversidad tiene que ser diversa desde la creación”. Por lo que fue un proceso muy intenso.
- Siempre pensamos a México como esa mezcla de identidades, personas, culturas, porque es un país muy diverso, cosmopolita. Más allá de lo musical ¿qué hay de esa diversidad en Paty Cantú?
Pues un poco de todo. De entrada tengo la fortuna de haber nacido en una familia que nunca me enseñó la discriminación. No sabía que eso era una posibilidad. Yo no nací pensando: “como soy mujer me va a costar”, por eso también quería dar mi mensaje. En mi casa hay judíos, católicos, protestantes, ateos, gays, mujeres fuertes, entonces yo crecí con esa apertura y con esa apertura he recibido lo que mi país me da. Aquí hay teatro, hay grandes exponentes de arte, no nada más en la música sino en la pintura, en la escultura, hay escritores, arquitectos, hay tantas cosas bonitas y además somos un país que recibe mucha gente de otras partes. Creo que somos quizás el único país que tiene este dicho “mi casa es tu casa”. Como por ejemplo Chavela Vargas que era mexicana porque ella lo eligió. También hay problemas, se lucha contra el machismo, contra muchas cosas, pero eso creo que lo hacemos como humanidad.
- Con esta búsqueda musical que hiciste y con lo que hablas en la canción entiendo que se pueden reivindicar las raíces y no necesariamente desde un folklore tradicional, pero pienso que querés hablar desde un sonido de nuestro tiempo.
Totalmente. Por un lado y en esta canción en particular todo es parte de la composición, incluso el video. A mí alguna vez, cuando grabé con Juan Gabriel, él me hizo el favor de recibirme en su casa, invitarme a pasar el fin de semana con él, de darme muchos consejos, mucho cariño y mucho tiempo, y una de las cosas que me dijo fue... -porque me enseñó un libro de compositores-, me dijo esto no puede ser, no puedes escribir solo para ti. Me dijo escribe sobre los demás, tienes que representar a tu generación. Entonces dije: bueno, creo que se refiere a que no escriba solo sobre mi vida amorosa o algo así. Pero pasó mucho tiempo para que yo entendiera: un artista, insisto, -no una celebridad o alguien que quiere fama momentánea-, un artista de corazón sea famoso o no, lo que quiere es pintar fotografías de la sociedad, basta que entendamos en qué lucha estamos presentes, qué luchas estamos pasando hoy, y eso se convierte también en mantras para la gente que está escuchando. Entonces en este disco no todo suena a “La Mexicana”, que es un ‘statement’ muy particular; pero hay canciones pop, baladas matadoras, hay protesta, hay pinturas del machismo, de la depresión, y mencionándolo así ¡se oye espantoso! Y alguien debe estar ahorita diciendo: “Dios mío, no lo voy a escuchar”, pero les prometo que viene desde un lugar donde mucha gente se pueda relacionar.
- Todos estos temas que tocas hoy en día son muy importantes. Andamos cuestionando tanto el tema racial, de género, como si ya no fuera tiempo de entender que somos todos hermanos ¿Qué poder crees que tiene la música dentro de este contexto?
Todo. Tiene muchísimo poder. Insisto, las músicas son los mantras sutiles de la sociedad. Una cosa es que uno se dé cuenta que necesita aprender algo entonces tengamos la sabiduría o la madurez de buscar ese aprendizaje, y a veces eso solo te lo da el tiempo y los muchos errores que cometemos. Otra cosa es que los himnos que están sonando están normalizando cierta conversación, ciertos pensamientos, cierta forma de relacionarse con los demás. La música puede ser responsable de que uno crea que está bien tratarse a sí mismo de cierta forma, o al amor de cierta forma, o a alguien distinto a ti de cierta forma, a decirle –perdón- “zorra” a otra mujer, o pensar que el amor se traduce solamente al sexo. Pueden pasar muchas cosas a través de la música. Yo creo que si alguien está viendo la temporada “Planeta Tierra 2020” ahorita con nuestro soundtrack actual yo traduciría como: “uy, han estado pasando por mucha inmediatez de corto plazo”. Hay mucha música que no dice nada sobre las grandes epidemias de depresión que han habido en el planeta, sobre los grandes logros que hemos tenido las mujeres o las comunidades LGBTIQ. La música es una herramienta de cambio, y está bien que no todo se trate de eso porque hay que hacer música para bailar también, pero no puede haber solo música que no diga nada, no puede. Yo no puedo. Algo sencillo que parezca que dice poco, dice mucho.
- Hablas desde un total empoderamiento ¿Qué son las cosas que como colectivo humano no debemos olvidar nunca?
Creo que las mujeres no debemos olvidar lo mismo que no debe olvidar cualquier ser humano: somos muy dadas a querer a los demás y perdonarlos y disculparles cosas, justificar, entender, y a veces cuando miramos al espejo no somos capaces de hacer lo mismo con nosotros. Somos jueces, somos parte y somos también quien cumple la sentencia de nuestro propio juicio. Les pediría a las mujeres: trátense a sí mismas con la misma compasión con la que son capaces de tratar a alguien de quien se enamoran, y ¡luchen, que sí se puede!
- Finalmente ¿Cómo estás viviendo y qué te está dejando esta cuarentena?
En cuestión creativa me ha traído mucha inspiración, porque creo que estamos en un momento donde es cuestión de, si uno quiere o no, poner atención. Pero a diferencia de los últimos años donde todo se ha vuelto un tema de inmediatez y desecho rápido de las cosas, de la gente y de la música y de los problemas, creo que si uno elige en este contexto puede poner más atención y realmente desarrollar la empatía mucho más profundamente.
Yo ya estaba en los últimos años en un proceso de desarrollo de empatía distinto por cosas personales, por haber superado una depresión, por haber perdido alguien en mi familia, muchas cosas que sucedieron que me ampliaron la perspectiva. Yo estaba en ese camino y con esa sensación de que tengo que escribir sobre la gente y hacer música como una inversión a largo plazo para acompañarlos, para cambiar las cosas, aunque sea un pequeño granito de arena. No puede ser solo todo para uno, como creo que se ha convertido también la música y la vida ¿no? La música para que yo tenga plays, para que yo tenga fama.
Este año es curioso... se dan los comentarios por todas partes de que este año es el peor, que es “Jumanji”, y además de la pandemia hay “riots” (protestas) en Estados Unidos, desapariciones de mujeres en no sé dónde, o brutalidad policiaca en México, pero la realidad es que no es cierto que esos son problemas del 2020, esos son problemas que vienen de décadas y siglos atrás, y hoy el mundo entero está poniendo atención de una forma distinta. Entonces todo esto me ha hecho componer muchísimo. He estado escribiendo, produciendo, personalmente enfrentando cosas que por mucho tiempo sabía que tenía que enfrentar como el miedo a estar sola. Me tocó sola la cuarentena. Lo tenía que vivir, no pensé que iba a ser así pero ¡venga! Estoy tratando de salir de esta experiencia habiendo aprendido algo distinto, de mis errores. Me he dado cuenta que el amor es algo que lo trato como una necesidad y no un deseo, entonces eso está mal, porque no debe ser una necesidad. Pero por otro lado lo normal, comiendo mucho, durmiendo mal, bailando sola y me gusta.
