Hugo Gómez rinde tributo a su maestro

“Él me ayudó hasta el último momento. Creo que eso le hace especial a este disco. Él me ayudó muchísimo y siento que él es parte de esto también”, expresó el joven de 17 años, oriundo de la ciudad de Guarambaré, al recordar a su maestro.

Serafín Ullón falleció el pasado 3 de noviembre, pero ayudó a Hugo con los arreglos y variaciones que forman parte del álbum. También le ofreció dos composiciones inéditas: “Ore añomi mokõi”, que da nombre al material; y “Eterna añoranza”. “Yo fui el único alumno que pudo aprender, porque me dijo que me iba a enseñar un tema que no le había enseñado a nadie, y terminó estando en el disco”, detalló el requintista, en relación a esta segunda obra.

Hugo recordó que Ullón “era muy de la vieja escuela, que siempre le gustaban las cosas correctas, sin errores”. En este sentido, sostuvo que el repertorio que integra el álbum es justamente un reflejo de ese gusto particular de su maestro.

El disco también incluye temas como “Nelly”, de Eladio Martínez; “Llanto de la selva”, de Martín Torres; “Jeroky popo”, de Herminio Giménez; una selección de guaranias con obras de José Asunción Flores, y una selección de polcas con temas como “Carreta guy”, “Paraguari”, “Misiones Ñu” y “Chini”.

El músico sostuvo que el tema que más lo desafió como intérprete fue la “Danza paraguaya”, de Agustín Pío Barrios (Mangoré).

El encuentro de Hugo con las cuerdas se dio hace casi diez años cuando su papá le compró su primera guitarra y comenzó a estudiar con un profesor de Guarambaré. Después se adhirió al proyecto “Sonidos de la Tierra”, donde el profesor Jorge Salomón González le sugirió pasarse al requinto por su habilidad con la punteada. En el 2014 obtuvo el segundo lugar en el Festival del Takuare’ê y, al año siguiente, ya logró quedarse con el primer premio como solista de requinto. En 2017, volvió a ser premiado en dicho festival con el conjunto de guitarras “Ypané Mbarakapu”.

Comentó que también jugó “de visitante” en Itauguá al clasificar para la noche central del Festival del Ñanduti, en el 2020.

El requintista sostuvo que el disco es la concreción de un trabajo que llevó dos años. La grabación se realizó en los estudios de Héctor Benítez, con la producción de Rolando Rosas. Destacó además el apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fondec) y de la gestora cultural Marlene Sosa Lugo.

“Espero hacer conocer lo que mi maestro no pudo”, expresó Hugo, detallando que para un futuro próximo tienen previsto subir el álbum a las plataformas digitales y realizar un evento oficial de presentación del disco.