En la tarde de ayer parte de la avenida Quinta quedó clausurada al tránsito automotor. La fila se extendía por varias cuadras. El evento estaba fijado para las 17:30 y las 20:00 en el Centro de Actividades del Sol (Quinta c/Tacuary).

Pero el mal cálculo en la estructura metálica en cuanto al peso de las luces hizo que justo cuando apenas había culminado el ensayo de sonido y luces, todo se desplomara. Eran las 16:50 aproximadamente.

El empresario Daniel Feurstein, de Exim, de los Estados Unidos, con gran tranquilidad primero trató de avisar a los cada vez más nerviosos presentes que se postergaba la función para las 19:30 y se suspendía la de las 20:00, y que las entradas podían ser reembolsadas para quienes así lo desearan.

El tiempo se sumaba al caos y de un cielo descubierto, los relámpagos y rayos pronto se convirtieron en una torrencial lluvia, aunque la gente ya había ingresado a las graderías del estadio a la par de que trataban de arreglar el desperfecto.

Para las 19:30 puntualmente arrancó el show que se prolongó hasta las 20:30, con los cuatro chiquitos compatriotas, Junior Caballero, Nito Dávalos, Verónica Brítez, Ruth Ortega, más los suplentes Belén Rivera y Martín Franco, compartiendo el escenario con Barney, Baby Bop y BJ.

Es una pena, porque se trata de una empresa extranjera seria, que hizo un cásting entre 200 chicos, ensayaron desde el miércoles las coreografías, pero la imprevisión y la falta de seriedad de un empresario local casi convirtieron en tragedia algo que debió ser pura alegría.