Argentina y España despiden al gran actor Héctor Alterio

Héctor Alterio (centro) junto a Ricardo Darín y Norma Aleandro en "El hijo de la novia".
Héctor Alterio (centro) junto a Ricardo Darín y Norma Aleandro en "El hijo de la novia".filmaffinity.com

MADRID Y BUENOS AIRES. Argentino de nacimiento y español de adopción, Héctor Alterio se reconocía “de los dos lugares”. “Vivo en un barrio alejado de mi país”, afirmaba este actor de ojos expresivos, que hizo cine, televisión y mucho teatro. El artista falleció ayer en Madrid a los 96 años.

Sobre las tablas comenzó su larga carrera profesional. Debutó con 19 años con ‘Prohibido suicidarse en primavera’, una obra de Alejandro Casona que representó en su Argentina natal.

Su último trabajo estrenado fue la serie televisiva ‘Su Majestad’ en 2025 y antes de eso el largometraje ‘Las consecuencias’ (2021), de Claudia Pinto, y los documentales ‘El viaje de Julieta’ y ‘La memoria del cine: Una película sobre Fernando Méndez-Leite’.

Como aseguró en una entrevista con EFE, actuar era lo único que sabía hacer. “Llevo setenta años en las tablas, haciendo de todo, desde obras buenas a otras malas o regulares. Desde que tengo uso de razón estoy allí y creo que no tengo otra alternativa que seguir, porque el oficio es lo único que tengo. Si me quedo sin eso, no tengo más remedio que estar pendiente de mi jubilación”, afirmó.

Y allí siguió, en un teatro, hasta el final. Dando lecciones de buen oficio, de elegancia y de un amor por la interpretación que supo transmitir a sus hijos, Ernesto y Malena.

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Con ellos y con su mujer, la psicoanalista Ángela Bacaicoa, se instaló en España en 1975 tras recibir amenazas de muerte de la Triple A, organización paramilitar estatal que operó durante los años previos a la última dictadura (1976-1983).

Héctor Alterio en una escena de la miniserie de televisión "Vientos de agua".
Héctor Alterio en una escena de la miniserie de televisión "Vientos de agua".

“Aún recuerdo el calor de la mano de mi hijo cuando tenía 4 años (...) y me decía ‘¿papá, en qué idioma hablan?’, porque no lo entendía”, explicaba.

Le tocó empezar casi desde cero, pese a que ya tenía una carrera consolidada en Argentina, donde en 1950 había creado la compañía Nuevo Teatro y donde había participado en películas tan destacadas como ‘El santo de la espada’ (1969) , ‘La fidelidad’ (1970) , ‘La tregua’ (1974) o ‘La Patagonia rebelde’, Oso de Plata en Berlín en 1974.

En España lo acogieron colegas como la fallecida directora Pilar Miró o actores como Nuria Espert -con la que hizo ‘Divinas palabras’- y Juan Diego, que le dieron, como él recordó en varias ocasiones, la oportunidad de trabajar y le ayudaron en todo lo que precisó.

Se hizo popular en España por series como ‘Santa Teresa’, ‘El Quijote’ o ‘La regenta’ y por películas como ‘A un dios desconocido’ (1977) -premio al mejor actor en el Festival de San Sebastián-, ‘El crimen de Cuenca’ (1977) , ‘El nido’ (1980) , ‘Don Juan en los infiernos’ (1991) o ‘El detective y la muerte’ (1994).

Héctor Alterio y Norma Aleandro en la película argentina "La historia oficial", que le dio al vecino país su primer Óscar.
Héctor Alterio y Norma Aleandro en la película argentina "La historia oficial", que le dio al vecino país su primer Óscar.

Y siguió trabajando en el cine argentino, en ‘Camila’ (1984) o ‘La historia oficial’, ganadora del Óscar a mejor película extranjera. Además de ‘Plata quemada’ (2000) ‘El hijo de la novia’ (2001) , ‘Kamchatka’ (2002) o ‘El último tren’ (2002).

Una trayectoria en el cine por la que en 2004 recibió el Goya de honor y, en el año 2008, el Cóndor de Plata a la trayectoria.

Su fallecimiento tuvo eco en referentes de la cultura y de la política de ambos países.

La Asociación Argentina de Actores lo destacó como un pilar de la cultura del vecino país: “Su legado en el teatro, en el cine y la televisión deja una huella de compromiso y excelencia artística”, señalaron en un comunicado.

El presidente español Pedro Sánchez afirmó que “deja una huella imborrable” en el teatro, el cine y la televisión.