El nuevo restaurante de Lionel Messi

Inaugurado sin bombos ni platillos, simplemente abrió sus puertas en Barcelona y se convirtió en el lugar del cual todo el mundo habla.

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Su novedosa distribución y el sello de los hermanos Iglesias, dueños de varios establecimientos gastronómicos en Cataluña, lo convierten en una propuesta muy interesante y con mucho futuro.

Está diseñado como un pueblo imaginario, con su plaza, su iglesia, su fuente, su quiosco de diarios, su bar con metegol, su barbería/peluquería y hasta los bancos desde los que ven pasar el tiempo los ancianos del lugar… Son mil metros cuadrados en el interior, divididos en dos plantas (la superior con diversos reservados) y mil más de jardín, más un estacionamiento para 30 vehículos.

“Bellavista del Jardín del Norte", o el restaurante de Lionel Messi, como ya se lo conoce, abrió sus puertas el jueves 21 de julio en la calle Enric Granados nº 86-88, a solo 10 minutos del Camp Nou, el estadio del Barcelona FC. Es un proyecto surgido de la unión entre los hermanos Messi (Lionel, Rodrigo, Matías y Marisol), y los hermanos restauradores Iglesias (Juan Carlos, Borja y Pedro), de reconocido prestigio gastronómico en la ciudad.

Se entra por la “florería” y luego se ingresa a un sector en donde se ofrecen desayunos y vermuts. Enfrente hay un quiosco de diarios deportivos del siglo pasado y un metegol. Hay mesas de color "verde césped" y asientos a modo de bancos de suplentes de fútbol, además de dos enormes televisores donde se puede ver el deporte rey. La “iglesia”, en la que es posible comer en bancos de misa, está presidida por un bar que tiene una réplica de la campana del Vaticano hecha por el maestro fallero Piñero. En la "plaza del pueblo" se concentran la mayoría de las mesas. También hay peluquería, un enorme jardín y, en el piso de arriba, surgen cuatro reservados para diez o doce personas que disponen de un gran televisor y una PlayStation 4.

Los detalles están muy cuidados, con ilustraciones en tiza del artista David Buisan, y lámparas en la "plaza del pueblo" que recuerdan los fuegos artificiales, entre otras excentricidades. Hay una fuente en la que los comensales pueden rellenar sus botellas (con agua con y sin gas), una silla de barbero donde por las mañanas atiende un limpiabotas, un sala para actividades culturales en la planta de arriba, unas máquinas de marcianitos antiguas y un tocadiscos. En este “pueblo” ya trabajan 70 personas entre el salón y la cocina, a cargo de la chef Mónica Morales.

El diseño del lugar, con todas esas distintas zonas que representan conceptualmente un pueblo, es porque Messi y su hermano han querido evocar “ese pueblo que todos quisiéramos tener para sentir el placer de regresar y sentirnos en casa o echarlo de menos cuando estamos fuera”, según un portavoz del El Equipo creativo, encargado del diseño interior.

La propuesta gastronómica, explican, se basa en lo que Juan Carlos Iglesias llama “un cruce de caminos”. Eso significa que habrá elaboraciones muy distintas y de muy variadas procedencias, donde lo principal es que “cada cual pueda tomar lo que quiera cuando quiera. Como cuando estás en tu propia casa o en el bar de tu pueblo”. Se puede elegir desde un ceviche a unas papas bravas, un churrasco o una milanesa.

Los desayunos se servirán a la entrada del local, donde se encuentran el “colmado” (una barra en la que se preparan sándwiches y otros bocadillos) y el quiosco, un espacio donde hay diarios de todo el mundo, pero también actividades para que los clientes interactúen, como sudokus y ajedrez, y donde también se puede disfrutar de una selección muy exclusiva de repostería. La diversidad de platos va desde los 10 hasta los 56 euros. La opción que más se ajusta al menú económico podría estar conformada por una entrada de sardinillas en aceite de oliva (€ 7) y un plato principal de mejillones a la marinera (€ 9), con una copa de vino blanco Raimat (€ 4). Una opción cara puede ser una tapa de jamón de bellota (€ 14), una chuleta de buey (€ 56) y una copa de Viña Pomal centenario (€ 8). Los que están de paso tienen la posibilidad de tomar unas cervezas (de € 2.8 a € 9) con unas tradicionales tapas españolas (de € 3.25 a € 9.25). Mención especial merece el plato preferido de Lio: milanesa napolitana a caballo, que cuesta 10,50 euros.

El espacio gastronómico abre de 9 a 23.30 de martes a domingo. Si pasa por Barcelona, amerita una visita curiosa.

 

Por Valeria Cabrera

vccabrera@abc.com.py

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