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La propuesta musical del grupo se basa en una combinación de estilos que tiene como base principal el folclore paraguayo y latinoamericano, agregando condimentos de diversas vertientes musicales populares, contemporáneas, modernas y globales.
El nombre de la banda deriva de su ciudad natal Itá, que es considerada la “ciudad del cántaro y la miel”, por lo que Eirete busca transmitir en su música “dulzura, belleza, sutileza, delicadeza, fragilidad y melodía” cualidades que, afirman, “nacen del componente femenino del grupo: las hermanas Silva”.
La conformación de Eirete en este audiovisual la integran Jerutí Silva (17) en voz principal y violín, Sara Silva (19) en guitarra y voz, Anaí Silva (21) en piano y voz, Oscar Fernández (18) en bajo y voz, Renato Lucarelli (24) en guitarra eléctrica y Matías Riego (31) en batería y percusión. Posterior a la grabación, se incorporó a la alineación del grupo el flautista Emilio Villalba.
La banda agrega que su “contundencia” y “fuerza” son características de la energía juvenil de sus integrantes. Ellos persiguen crear “una sensación única a la hora de evocar, añorar o compenetrar con los sentimientos de nostalgia y melancolía propios de nuestras guaranias, canciones y polcas de antaño, llenas de remembranza e historias que van desde el amor y desamor hasta nuestro pasado cultural, nuestras tradiciones y costumbres, y la exaltación de los bellos rincones de nuestro país”.
El sencillo fue presentado en formato de “lyric video” conteniendo las letras originales en guaraní. El single estará también disponible en el resto de las plataformas digitales para este fin de mes, de manera a ser promocionado en agosto, mes de la Guarania.
El material fue grabado en Lobo Studio Recording, mezclado y masterizado por Nico Melgarejo. Los arreglos y la producción musical y artística estuvieron a cargo del director externo y músico de sesión Rolando Insfrán.
Un universo sonoro
“Las influencias de Eirete son variadas”, afirman sus integrantes. Su música “es el resultado de esta amalgama de sonidos que van desde lo sinfónico/orquestal, pasando por el pop barroco, la canción melódica, el jazz, el blues y el soul, llegando a terrenos del rock de manera cuidadosa manteniendo ante todo el respeto por el legado original de las obras interpretadas y a sus autores y compositores”.
Explicaron que esta versión de “Ne rendápe aju” posee “elementos del rock melódico y la ‘power ballad’, pudiéndose catalogar su música como ‘Worldbeat’ o ‘World Music’, es decir, música del mundo hecha a partir de la raíz folclórica, pero presentada con arreglos actuales y una sonoridad fresca y vanguardista capaz de trascender más allá de las fronteras y las barreras del tiempo”.