Enrique Álvarez y Néstor López ganan el Premio Nacional de Música

En la categoría clásica o selecta también se entregarán menciones a las obras: “Meditación Lacónica”, para orquesta sinfónica, de Pascual Gabriel Graziani; “Ritual Kambakua”, para orquesta sinfónica, de Remigio Pereira; y “Tangara”, para viola y dos guitarras, de Javier Acosta Giangreco.

En la categoría popular vernácula recibirán menciones: “Opus 2″, polca de Carlos Cazal y Raúl Daumas; “Calle Luna”, una polca de Carlos Galeano; y “Mi eterna pasión”, una polca de autoría de Enrique Riveros y Hugo Hernán Basaldúa.

El veredicto fue dado a conocer por el maestro Diego Sánchez Haase, coordinador del jurado, que estuvo conformado además por la diputada Blanca Vargas, en representación de la Cámara de Diputados; la profesora Virginia Aquino, en representación del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC); José Luis Miranda, delegado de Autores Paraguayos Asociados (APA); el ingeniero Higinio Molinas, de la Asociación de Músicos del Paraguay y el Dr. Juan Manuel Marcos, en representación de la Academia Paraguaya de la Lengua Española.

Según lo establecido en la Ley N° 398/94, el premio consiste en 1.500 jornales mínimos, unos G. 132 millones para los ganadores de cada categoría. La entrega del premio se realizará en el mes de diciembre.

Sánchez Haase detalló que “¡Que no se enoje el Paraná!” es un poema sinfónico con un lenguaje moderno. “El compositor cuenta una historia en la que participan dos personajes principales, el caudaloso río Paraná y el ser humano, transmitiendo el mensaje de la necesidad de cuidar y valorar el medio ambiente y los valiosos recursos naturales del Paraguay”, añadió.

En relación a “Mamáma”, el veredicto destaca que “es una canción que busca explorar nuevas sonoridades para la música vernácula del Paraguay, sin olvidar sus raíces y su esencia. Al homenajear a su abuela con esta música, el compositor evoca sus orígenes dejando un mensaje que busca valorizar las raíces en la búsqueda de un camino propio”.