Paramount celebra 100 años de éxitos

LOS ANGELES. Los estudios Paramount, con su inconfundible silueta de una montaña nevada en el centro de la pantalla, festejarán mañana su primer centenario, solo unos días después del mismo cumpleaños celebrado en Estados Unidos por Universal.

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En clasificación mundial de distribuidoras cinematográficas más longevas, el récord sigue sólidamente en manos de la francesa Gaumont, pero el encanto de Paramount es indiscutible porque fue desde el principio el estudio de los divos y los realizadores de superproducciones, con Cecil B. de Mille a la cabeza.

En verdad en 1912 nadie hablaba aún de Paramount: su fundador, el inmigrante húngaro Adolph Zukor, abrió las puertas de Hollywood con Famous Players, sostenida en la escena de los estudios por los capitales de Jesse Lasky. Fue una fusión, en 1914, la que dio vida al nuevo nombre de la empresa y le permitió desplegar las velas, convirtiéndose en una verdadera productora y distribuidora internacional.

Zukor creía firmemente en su criatura y fue capaz de garantizarle desde el comienzo los nombres más prestigiosos, entre ellos Mary Pickford, Rodolfo Valentino, Gloria Swanson y Douglas Fairbanks. También le evitó el riesgo de la bancarrota en una nueva época de oro (tras la Gran Depresión), y le permitió sobrevivir en la Segunda Guerra Mundial manteniéndola en posición dominante gracias a la contratación millonaria y a largo plazo de los principales divos y realizadores de la época.

Paramount inventó el dudoso sistema distribuidor del “Block Booking” (un lazo exclusivo con las salas que querían asegurarse las películas más esperadas del estudio, pese a las leyes sobre la competencia) y el “Pre Selling” (un vínculo de inversión sobre los filmes de la compañía desde el guión).

Al mismo tiempo desafió el Código Hays sobre moralidad contratando a divas políticamente incorrectas como Marlene Dietrich y Mae West.

En los años 30 conseguía estrenar 70 películas al año y aún está orgullosa de un corazón lleno de actividad concentrado en Los Angeles, en torno a la mítica dirección de Melrose Sreet.

Década tras década se fueron sumando los éxitos: desde “Alas” de William Wellmann en los años 20, el primer Oscar a la mejor película, hasta “Los Diez Mandamientos” de Cecil B. de Mille, primer film en experimentar el technicolor.

En los años 30 fueron los grandes éxitos de Marlene Dietrich y Gary Cooper, así como el debut en pantalla grande de Popeye; más tarde llegarían el ingreso norteamericano de Ingrid Bergman en “Por quien doblan las campanas”, junto a clásicos como “Sunset Boulevard”, “La princesa que quería vivir”, y varios filmes de Alfred Hitchcock.

La serie de filmes inolvidables siguió construyéndose con el hallazgo de Jerry Lewis y los últimos éxitos de John Ford, hastaque en los años 60 la política de Paramount cambió radicalmente.

Por un lado se concentró en el gran producto comercial para conquistar al público joven ("Grease" y "Fiebre del sábado por la noche", con el fenómeno Travolta), mientras por otro colaboró con los talentos de la nueva Hollywood, como Francis Ford Coppola (la trilogía de "El Padrino"), Robert Altman y Sydney Pollack.

La tendencia se confirmó en las décadas sucesivas, gracias a fusiones empresariales determinantes como aquella con DreamWorks de Steven Spielberg, éxitos cruzados entre cine y televisión (la saga de "Star Trek") y el éxito con el popular Tom Cruise y su “ Misión Imposible”.

Pasada luego bajo control del coloso del entretenimiento Viacom, la venerable Paramount superó por poco a su competidora Warner Bros. en número de filmes producidos (más de 3.000), tuvo récords de premios y recaudaciones, y se muestra a sí misma como un monumento a su historia, sin desdeñar la versatilidad que permite la combinación del cine con la televisión, el entretenimiento multimedia y las superproducciones clásicas.

Y aunque probablemente está lista para la nueva revolución digital en la era del 3D, no perdió el alma clásica, suscitando cierta nostalgia en los jóvenes realizadores que sueñan con escalar la montaña nevada de su logo para proyectar nuevos éxitos planetarios.

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