Desde antes de que se instale el albergue, los vecinos comenzaron a organizarse para movilizarse, pues temen el contagio. En este albergue están instalados 115 personas que habían ingresado desde el extranjero y deben cumplir con la cuarentena, en el marco de las medidas sanitarias para evitar la propagación del covid-19.
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Los vecinos afirmaron que el perímetro no está debidamente controlado y las autoridades se comprometieron a hacer las correcciones que hicieran falta.
El doctor Julio Rolón, viceministro de Salud, les explicó que no hay riesgo de contagio a dos metros de distancia, y además apeló a la solidaridad. “Es momento demostrar que somos un pueblo solidario, ellos no están ahí porque quieren. No es el momento de gritarles y tirarles cosas o decirles que son unos leprosos y deben estar lejos”, les explicó.
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Igualmente, el viceministro conversó son los compatriotas albergados, quienes se disculparon por los últimos conflictos. Otras 50 personas permanecen en un hogar de retiro del Obispado de esta capital departamental y 58 fueron trasladados hasta la ciudad de Hernandarias. Muchas de ellas tuvieron que recibir contención emocional por parte psicólogos por la situación que está atravesando.