Operativo brasileño desarticula organización especializada en contrabando de plaguicidas

La Policía Federal de Brasil ejecutó un megaoperativo para desarticular una organización criminal de contrabando de productos agroquímicos ingresados desde Paraguay. La investigación se inició en el 2019, tras registrarse un enorme decomiso de Benzoato de Emamectina, un potente plaguicida de uso restringido en el vecino país y había sido contrabandeado desde Paraguay.

Un total de 300 kilos de Benzoato de Emamectina, entre otras evidencias fueron incautados durante los procedimientos.
Un total de 300 kilos de Benzoato de Emamectina, entre otras evidencias fueron incautados durante los procedimientos.abc color

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La investigación, bautizada Operación Ruta Negra, fue ejecutada este martes para desmantelar una organización criminal especializada en importación, comercialización y transporte criminal de plaguicidas agrícolas ilegales. La banda estaba establecida en la ciudad de Terezinha de Itaipu, pero además operaba en Foz de Yguazú, San Miguel de Yguazú, Medianeira, Ubiratã, Irati, del estado de Paraná (Brasil) que hace frontera con el departamento de Alto Paraná (Paraguay).

El resultado de la ejecución de la investigación es la detención de cinco personas, incluyendo el presunto líder, 14 vehículos incautados, 200.000 reales en cheques, 124.00 reales en efectivo y 300 kilos de Benzoato de Emamectina, entre otras evidencias.

La investigación comenzó en febrero de 2019, basada en incautaciones de envíos ilegales de plaguicidas desde Paraguay. Se constató que la banda estaría relacionada con al menos 10 detenciones por importación y transporte de plaguicidas ilegales, reducción de vehículos hurtados o robados y adulteración de chapas. En estos hechos se incautaron aproximadamente de 1,8 toneladas de plaguicidas ilegales (por un valor aproximado de 3,6 millones de reales), se recuperaron 3 vehículos.

Se constató que la organización criminal operaba al menos desde 2015 y supuestamente era responsable de la importación clandestina de decenas de toneladas de plaguicidas sin registro ante los órganos competentes, la mayoría de ellos de origen chino. Como son productos que pueden causar daño ambiental y a la salud, su importación está regulada por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento, por el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (IBAMA) y por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA), del vecino país.

Acorde a las investigaciones de la Policía Federal, el contrabando se realizó a través del lago de Itaipú, en pequeñas embarcaciones, que utilizaron puertos clandestinos de la región. En el transporte terrestre operaban mediante convoy de tres a cinco vehículos, con constantes fugas de las fuerzas policiales y conducción agresiva. Se reportaron al menos tres accidentes de tránsito, en uno de estos accidentes, ocurrido a principios de 2017 uno de los presuntos conductores del grupo murió.

Uno de los productos más importados por la organización fue el benzoato de emamectina, conocido popularmente como “Benzo”, utilizado para combatir una especie de oruga común en los cultivos de soja, maíz, poroto y algodón.

Debido a que es muy contaminante, el benzoato de emamectina estuvo absolutamente prohibido en Brasil hasta 2017. Posteriormente, se permitió su uso en una concentración máxima de hasta el 5%. Durante las investigaciones, se realizaron incautaciones de benzoato de emamectina en concentraciones hasta seis veces superiores al nivel permitido.

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Además de la evasión fiscal, los delitos cometidos provocaron daños ambientales. Por otro lado, el transporte irregular, en embarcaciones precarias, de grandes cantidades generalmente entre 500 kilos y un tonelada de estos productos extremadamente tóxicos, en concentraciones hasta seis veces superiores a las permitidas por la legislación brasileña, plantea un enorme riesgo de daño ambiental al ecosistema regional, considerando la posibilidad de un derrame al río Paraná.

También hubo indicios de que la banda contó con la ayuda de un empleado de una sucursal bancaria en Foz de Yguazú para abrir cuentas con documentos falsos y mover dinero ilegal obtenido por el grupo.

Los investigados están sindicados de importación y transporte de plaguicidas ilegales, reducción, alteración de chapas de vehículos, falsificación de documentos y organización delictiva. Si son declarados culpables, pueden recibir sentencias de hasta 35 años de prisión.

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