El crimen había causado mucha conmoción por la crueldad del autor que le aplicó un total de 76 puñaladas a Adjane Débora Bar Kaufert (29), quien fue atacada en su propia casa, en el distrito de Santa Rita. Conforme con lo que se dio a conocer en el debate público, el hoy sentenciado era novio de la empleada doméstica del Bar Kaufert y había llegado a la casa, aparentemente con intenciones de robar.
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Según se detalló en el juicio oral y público, Giménez Barboza creyó que nadie se encontraba en la casa, pues minutos antes el esposo de la víctima había salido en el vehículo familiar. Sin embargo, se encontró de frente con la ahora fallecida, quien le reclamó su presencia y lo amenazó con la denuncia. Giménez Barboza, quien ese entonces tenía 18 años de edad, atacó sin piedad a puñaladas a la mujer, provocándole 76 cortes de diferentes tamaños y profundidades.
Las heridas, según el dictamen forense, estaban distribuidas en todo el cuerpo, abdomen, cuello, mentón, brazos, antebrazos, muñecas, espalda, muslo y piernas. La muerte de Adjane Débora se produjo de manera lenta y dolorosa a consecuencia de esas lesiones.
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Los antecedentes refieren que Adjane Bar se enfrentó a su atacante en todo momento, pero el agresor terminó por arrojarle una máquina de escribir mecánica por la cabeza. Luego, la misma quedó desvanecida hasta su fallecimiento por shock hipovolémico.
Una de las testigos, refirió ante el Tribunal de Sentencia, que en una ocasión, Jorge Luis ya había ingresado a su vivienda y que no lo denunció porque no llegó a hacer nada. Además de eso lo reconoció, pues el sindicado fue su compañero de la escuela y pareja sentimental de Paulina Márquez Da Silva, quien trabajaba como doméstica con Adjane Bar.
A su turno, el doctor Fernando Moreira, médico forense, indicó que las heridas en gran número fueron productos de un puñal de doble filo, pequeño, además de un golpe en la cabeza y que la causa del fallecimiento es “shock hipovolémico”.
En cuanto a las pericias realizadas, tanto el ADN del material biológico levantado de la escena del crimen, de la víctima y el acusado, así como datos extraídos del celular del procesado y la pericia de huellografía realizado a su calzado, son resultados contundentes de que Giménez Barboza cometió el crimen.
Todos estos aspectos confirmaron la hipótesis planteada por el Ministerio Público durante el juicio, por lo que el Tribunal conformado por los jueces, Serafín González, Vitalia Duarte y Fabio Aguilar dictó el fallo condenatorio de 25 años de encierro. La agente fiscal María del Carmen Meza sostuvo la acusación en representación de la Fiscalía.