Recomendaciones para mantener la piel de los pies saludable y evitar los talones agrietados

La piel de los pies, específicamente de la zona del talón, presenta ciertas diferencias respecto a la que encontramos en el resto del cuerpo; ya que en esta zona se concentran las células adiposas que amortiguan el roce que se produce al caminar y el impacto del peso del cuerpo al hacerlo. La epidermis en esta área es alrededor de 50 veces más gruesa comparada a otras partes del cuerpo; es por ello que esta zona de la piel también requiere cuidados específicos para mantenerla en buen estado, de lo contrario pueden aparecer grietas perpendiculares, severas, en casos extremos.

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Los talones agrietados pueden estar relacionados a una falta de cuidado y ser un inconveniente en la apariencia estética; pero además se puede convertir en un problema mayor si no se trata como es debido. Esta manifestación es más común en personas que pasan muchas horas de pie y las que tienen la piel muy seca.

La Prof. Dra. Fátima Agüero, dermatóloga de la Cátedra y Servicio del Dermatología de la FCMUNA, advierte las causas por las que pueden aparecer estas afecciones; tales como:

· Falta de hidratación: No brindamos el mismo cuidado de la piel de los pies, como lo hacemos con el resto del cuerpo. Esta zona requiere cremas más untuosas o con agentes hidratantes más concentrados.

· Beber poca agua: La principal forma de hidratación es bebiendo agua; consumirla de entre 1,5 y 2 litros diarios. Si no lo hacemos es más fácil que la piel esté deshidratada y reseca.

· Algunas enfermedades o tratamientos: La diabetes, la diálisis, la quimioterapia o la radioterapia pueden hacer que la piel se deshidrate con más facilidad y sobre todo en zonas sensibles como los talones; las enfermedades tiroideas y la menopausia también pueden ser la causa de una piel seca y deshidratada.

· Utilizar calzados incorrectos: Es recomendable usar calzados amplios, con buena amortiguación y que no tenga mucho tacón, para evitar que la zona sufra presiones y se reseque en exceso.

· Mala alimentación y sobrepeso: Para tener una piel hidratada y elástica es necesario llevar una dieta equilibrada y con buen aporte de todo tipo de nutrientes. El sobrepeso también puede hacer que la zona de los talones sufra más presión y se reseque con más facilidad.

· Andar descalzo: Andar descalzo hace que la zona del talón tenga mucho más roce con la superficie de apoyo, causando sequedad.

· Baños largos con agua muy caliente o con jabones muy agresivos: El agua muy caliente y los baños que exceden los 15 minutos pueden hacer que la piel pierda su hidratación natural, causando sequedad; lo mismo que jabones con detergentes muy agresivos; estos pueden retirar todo el manto lipídico protector de la piel y resecarla más.

· El tabaco: Fumar reseca la piel; ya que la nicotina reduce el flujo sanguíneo y provoca una falta de nutrientes y oxígeno en el torrente sanguíneo.

En cuanto al tratamiento, la especialista del Hospital de Clínicas, se enfoca en mantener la zona hidratada; evitar en lo posible el contacto con gomas y materiales sintéticos y prestar ciertos cuidados a los talones. Realizar baños cortos con agua templada y sustitutos del jabón, que son limpiadores de pH ácido, sin detergentes agresivos o con agentes hidratantes. Aplicar siempre crema hidratante inmediatamente después del baño. Seguir una rutina de una o dos veces por semana de remojo y exfoliación de los pies. Aplicar cremas más esperas a base de aceites o vaselina y cubrir con medias de algodón a la hora de dormir, para ayudar a la humectación.

“No debemos ignorar las grietas en los talones, ya que con el paso del tiempo se pueden desarrollar fisuras más profundas que pueden aumentar el riesgo de una infección. Si las medidas de auto cuidado no ayudan, se debe consultar con un dermatólogo sobre otras opciones de tratamiento”

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