Ocho consejos para cuidar la piel en invierno

La piel requiere mucha atención en el invierno, sobre todo teniendo en cuenta que en esta época se vuelve más vulnerable debido a los factores ambientales y cambios en la rutina de cuidado, de acuerdo a lo indicado por el Ministerio de Salud.

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Por ello, desde el Programa Nacional de Control de Lepra se brinda una serie de ocho recomendaciones a tener en cuenta para mantener una piel radiante y saludable.

1. Buena hidratación: aumentar la hidratación de la piel utilizando lociones o cremas que contengan glicerina o ácido hialurónico. Aplicarlos después de la ducha y antes de salir al frío.
2. Usar protector solar: utilizar protector solar incluso en época de invierno. Los rayos UV continúan presentes y pueden dañar la piel, especialmente en días soleados.
3. Evitar duchas muy calientes: el agua caliente puede eliminar los aceites naturales de la piel, dejándola seca y deshidratada. Es mejor optar por un baño con agua tibia o natural.
4. Usar humidificadores: se puede utilizar humidificadores en la casa para contrarrestar el aire seco de la calefacción, ya que ello ayuda a mantener hidratada la piel.
5. Prestar atención a la protección labial: los labios son altamente sensibles al frío, por lo cual requieren particular atención. Se recomienda aplicar bálsamos labiales hidratantes con protector solar.
6. Utilizar ropa adecuada: Salud insta a optar por prendas de vestir que sean holgadas, cómodas y que cubran del frío. Se debe proteger el rostro, el cuello y las manos con bufandas y guantes, para evitar una exposición directa.
7. Cuidar la alimentación correcta: en invierno, la alimentación debe ser rica en nutrientes como vitaminas A, C y E, como así también en ácidos grasos omega-3. Estos nutrientes contribuyen a la salud de la piel desde el interior.
8. Consumir suficiente agua: siempre es importante recordar beber la cantidad suficiente de agua en invierno, no esperar a tener sed, porque eso significa que ya se está deshidratado. Lo mínimo recomendable es de 8 vasos diarios, pero varía siempre dependiendo de la contextura física de cada persona.