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La Semana Santa en Paraguay es sinónimo de tradiciones, chipa, sopa paraguaya… y también de juegos que reúnen a toda la familia. En tiempos en los que cada uno vive pegado a una pantalla, rescatar estos momentos compartidos es casi un acto de rebeldía. Acá te dejamos cinco juegos clásicos que podés desempolvar (o imprimir en el caso del último), para que esta Semana Santa tenga ese toque de infancia y conexión genuina.
1. Peteí (UNO versión Paraguay)
El Peteí —“uno”, en guaraní— es la versión paraguaya del UNO, el juego de cartas tan conocido como polémico. Ideal para todas las edades, es perfecto para una tarde en la galería o después del almuerzo familiar.
¿Cómo se juega?: Cada jugador comienza con 7 cartas. El objetivo es descartarse de todas, pero solo podés tirar una carta del mismo color o número que la que está en juego. Hay comodines, saltos, cambios de sentido y la temida +4. Cuando te queda una sola carta, tenés que gritar “¡Peteí!” Si no lo hacés a tiempo, te comés dos cartas. El que se distrae, pierde.

2. Tembleque (Jenga criollo)
Ese momento tenso cuando alguien saca una pieza y todos aguantan la respiración. Así se vive el Tembleque, la versión casera (y muchas veces artesanal) del Jenga. Es uno de los favoritos en reuniones familiares por su simpleza y emoción.
¿Cómo se juega? Se construye una torre con bloques de madera apilados en filas alternadas. En cada turno, un jugador debe sacar una pieza de cualquier parte de la torre (menos de la fila superior) y colocarla en la cima. La torre se vuelve cada vez más inestable. El que la tumba, pierde.

3. Ludo
El Ludo es un clásico que nunca pasa de moda. Colorido, fácil de entender y apto para toda la familia. Ideal para jugar con chicos, abuelas y los tíos.
¿Cómo se juega? Cada jugador tiene cuatro fichas de un color. Se tira un dado y se avanza por el tablero. Solo se puede salir si sacás un 6. El objetivo es dar la vuelta completa con tus fichas y meterlas “a la casa” antes que los demás. Podés “comer” fichas rivales si caés en la misma casilla. Es pura estrategia… y un poco de suerte.

4. Tuti fruti
Este juego es un imán de carcajadas y un homenaje a la creatividad. No necesitás más que lápiz, papel y muchas ganas de competir con palabras. Ideal para cuando ya no hay luz o cuando todos están con el estómago lleno de chipa y necesitan algo tranquilo pero desafiante.
¿Cómo se juega? Se eligen categorías (nombre, fruta, país, color, etc.). Luego, se dice una letra al azar. Todos deben escribir una palabra que empiece con esa letra en cada categoría. El primero en terminar grita “¡Tuti fruti!” y todos paran. Se suman puntos: 10 por palabra única, 5 si alguien repitió. Gana quien tenga más puntos tras varias rondas.

5. Truco
Más que un juego, el Truco es casi una institución. Tiene su propia jerga, señales secretas, y un nivel de intensidad que sube con cada ronda. Es ideal para jugar después de la cena, con un cafecito o un cocido.
¿Cómo se juega? Se juega con cartas españolas (sin ochos ni nueves). Dos equipos de dos personas compiten para sumar puntos ganando manos. Hay señas para avisar si tenés buenas cartas, y se puede “cantar” Truco, Envido o Flor, para desafiar al rival. Hay que saber mentir, adivinar, y no dejarse intimidar.
