“La terapia virtual se remonta incluso antes del nacimiento de internet. Estas terapias se comenzaron dando por teléfono entre paciente y terapeuta. En la década de los 80, con los foros online las personas buscaban apoyo de manera anónima. En los 90, cuando la conexión de internet comenzó a ser más veloz, surgieron las terapias individuales por videollamada. En aquel entonces, se iniciaron una serie de estudios para ver qué tan efectivos eran estos métodos. En la Universidad de Amsterdam, por ejemplo, el primer estudio relevante dio como resultado que las terapias online sean cubiertas por seguro médico”, resume Mariana Morales, psicóloga paraguaya formada en EE. UU., y quien lleva varios años como terapeuta online para una plataforma internacional.
Además agrega: “El feedback de los pacientes siempre fue muy positivo. Cuando una persona pasó por situaciones muy dolorosas en su vida, hablar con otra persona es un acto muy vulnerable y que requiere de un grandísimo esfuerzo y coraje. Hablar con una persona de manera indirecta reduce mucho la ansiedad y le ayuda a abrirse”.
¿Cómo es una sesión online y cuánto dura?
Hay distintas modalidades: la videollamada, donde uno tiene una sesión cara a cara con la persona; luego están la telefónica y el chat. Muchas de las plataformas internacionales de terapia online también ofrecen la posibilidad de utilizar el e-mail, que, a diferencia de las anteriores, no es en vivo. Las personas muchas veces son escépticas, sin embargo, hay pacientes que utilizan este tipo de modalidad como un diario terapéutico, y manifiestan que es sumamente útil. Generalmente las terapias breves o conductuales son las que más usan esta modalidad. Respecto a la duración, como en toda terapia, es variable, depende de los objetivos logrados en cada situación específica.
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¿Se trata todo tipo de problemas?
Una de las limitaciones importantes online, es que no es para casos donde el paciente se encuentra en crisis. Por ejemplo, si la persona está lidiando con pensamientos suicidas, o si ocurrió una tragedia en su vida, el terapeuta -que generalmente está lejos- no podrá ofrecerle un cuidado directo. En estos casos es importante que el profesional pueda guiar al paciente para que éste acceda a los servicios de emergencia de su área.
¿Qué temores suele tener la gente respecto a la terapia online?
Los miedos generalmente están más relacionados a la privacidad y seguridad. Uno de ellos es intercambiar datos financieros por internet. Sin embargo, hoy día, en nuestro país ya se están utilizando muchos métodos seguros para proteger a las personas que pagan servicios online. Otros miedos están relacionados a la confidencialidad. Por lo que es importante que los profesionales tengan esto en cuenta a la hora de realizar sesiones y se capaciten para saber qué tipo de tecnología utilizar. Existen muchas herramientas para el efecto, cifradas, seguras para proteger todos los datos.
¿Este tipo de consulta es también para parejas o familias?
Sí, se utiliza para realizar terapias de parejas, y uno de los usos que pienso que es increíblemente útil es para los casos de mediación familiar. Hay casos donde el conflicto interpersonal es tan alto que tener una comunicación indirecta mediada por un terapeuta es una gran ayuda para los que están pasando, por decirte, un divorcio conflictivo, con hijos de por medio.
Hay gente que quiere terapia para entender/atender a otra persona.
En el caso que uno tenga un familiar que está pasando un problema, es frecuente que esa persona venga primero para buscar apoyo, asesoramiento para saber cómo ayudarle, cómo traerlo a terapia. Sucede con las personas que cuidan a un familiar con depresión, Alzheimer o cáncer. El estrés del cuidador es muy grande.
Se dice que para conocer a la otra persona nada supera al encuentro personal. ¿Rige lo mismo para las terapias?
No podemos decir que son iguales, pero ambas modalidades son muy efectivas por distintos motivos. Desde que empezó el nuevo milenio, se hicieron cientos de estudios al respecto, y la gran mayoría de los mismos concluyeron que la efectividad tiene grados similares en ambos casos.
Ahorrar tiempo y dinero
La profesional menciona un tema que no es menor: El costo económico. “Una de las grandes ventajas es que el profesional, al no precisar montar un consultorio, tiene flexibilidad para reducir los costos. Desde el punto de vista del paciente, no hay gastos de transporte, ni debe suspender horas de trabajo, también conviene cuando no hay ningún profesional en su área. Hacer terapia online es una solución muy viable”
¿Cómo está el online en nuestro país?
La gente se está animando un poco más, pero aún está en una etapa muy temprana, porque no muchas personas entienden de qué se trata. La tecnología abre las puertas para que los servicios profesionales lleguen a quién necesita y traspasen fronteras trayendo grandes beneficios a nivel humano. Son tantas las personas que no podían tener acceso a atención psicológica y ahora pueden
Sobre todo la gente del interior, siempre carente de toda atención de salud
Trabajar con la gente del interior es muy gratificante, porque de otra manera no hubiera tenido asistencia, salvo que las personas se trasladen a Asunción, y, siendo realistas, no hubieran podido venir una y otra vez para hacer un seguimiento en forma. Es importante resaltar que previamente a una consulta terapéutica se determina si la persona es candidata para este tipo de servicios, es decir, que no esté en una situación de alto riesgo.